Una oportunidad para la caza, posiblemente de las últimas

La caza y los cazadores atravesamos tiempos difíciles, una travesía complicada que nos exige dar lo mejor de cada uno de nosotros, ante una sociedad cada vez más alejada de la realidad del mundo rural y por supuesto de los valores y virtudes de la actividad cinegética.


En unos días la RFEC decide su futuro, son muchos los cazadores españoles que esperan que esta vez sí, la entidad deportiva apueste firmemente por la Defensa de la Caza con mayúsculas, sin tapujos y con el honor que se le presupone.

Entidades como esta, que llevan tiempo formando parte del panorama cinegético español, quieran o no, ya sea por acción u omisión, pero son responsables en gran medida de la delicada situación que vivimos hoy en día en el mundo de la caza.

Es fundamental, y así lo demanda el colectivo de cazadores, un cambio radical en algunas organizaciones de representación del sector, son imprescindibles entidades adaptadas a los tiempos actuales donde primen la democracia, la transparencia y el compromiso por la caza.

Todo ello alejado de intereses espurios que en nada benefician al sector y que en buena medida son los causantes de la grave situación que atraviesa la caza. No se puede pretender dar imagen de democracia cuando se pacta entre visillos al ganador de unas elecciones.

El panorama cinegético español es muy diverso y rico en representación y asociaciones cinegéticas, intentar monopolizar y arrogarse una falsa representación de todo el colectivo solo lleva al fracaso, demostrado en los últimos años y que a la vista está que no ha dado los frutos deseados, pues la imagen de la caza en general está empeorando a pasos agigantados.

Los egos y el afán de protagonismo son malos compañeros en esta cacería.

Parece inevitable que la defensa de la caza tiene y debe hacerse de manera conjunta desde todo el sector. Los intereses generales de la caza no tienen colores, ni siglas, salvo que como ha venido ocurriendo hasta ahora «la mano que mece la cuna en alguna entidad» piense que sus intereses particulares, económicos o políticos están por encima de la caza y los cazadores. No es lo mismo «servir» a los cazadores que «servirse» de los cazadores.

El sector cinegético en España exige respuestas y sobre todo que se les aporten soluciones a sus infinitos problemas, soluciones que tienen que nacer de aquellos que tienen la enorme responsabilidad de la representatividad dentro del colectivo, trabajando con el mayor de los compromisos por mejorar la caza.

Parece evidente que la hora del cambio ha llegado, es más, es una necesidad imperiosa, ahora solo esperamos que quieran, puedan y sepan hacerlo. No intentarlo sería traicionar una vez más a la caza y los cazadores españoles mientras esta pasión que nos une se desangra.

Desde la OEC tendemos la mano y estamos en disposición de colaborar y participar con cualquier entidad, en la difícil tarea de alcanzar ese objetivo común de todo cazador, que no puede ser otro que la defensa a ultranza de la caza y el sector cinegético.

Todos somos necesarios, repito todos, en este camino para lograr un futuro mejor, nadie es imprescindible, aprovechemos la oportunidad. No la dejemos escapar. Probablemente sea la última. Luego, de nada valdrán los llantos y las lamentaciones.

www.oecaza.org

info@oecaza.org

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