El acoso a la caza en Castilla y León

Estos días se ha hablado más que nunca de caza en España y con más impulso en Castilla y León (CyL), porque un partido político radical, PACMA, que aspira a vivir de los ciudadanos, ha encontrado acomodo en la Justicia de esta legendaria tierra mía y nos han prohibido cazar a través de dos autos de la sala de lo contencioso del TSJ de C y L:

(1) Auto del 21 de febrero de 2019, por el que se suspende de forma cautelar y se declara la nulidad del Decreto 10/2018, del 26 de abril, que regulaba la Conservación de las Especies Cinegéticas.

(2) Auto del 6 de marzo de 2019, que estima la medida cautelar solicitada por el partido político PACMA y que también paraliza la Orden FYM/728/2018 de 25 de junio, anual de caza de C y L.

Precisamente hasta ese 6 de marzo hacíamos cábalas porque estaba en vigor la Orden de Caza y era el último clavo ardiendo al que nos agarrábamos para cazar hasta junio de 2019, mes en el que finalizaría la actual Orden de caza. Pero ya no se puede cazar hasta que la reforma de la Ley de Caza 4/1996, entre en vigor, (posiblemente la última semana de marzo o la primera de abril).

Nuestro derecho a la queja, ya que no se ha respetado nuestro derecho constitucional al disfrute pacífico del ocio y el deporte de la caza, porque la justicia no lo quiere, solamente lo hemos podido manifestar en el lugar donde se hacen las leyes, que no las hacemos los cazadores, sino las mayorías políticas. Los cazadores nos vemos perturbados por la actitud de un partido político, PACMA, que aún no tiene representación parlamentaria pero la andan buscando a base de demostrar trapío ante sus presuntos votantes, pues eso va a suponer votos para los barqueros dispuestos a navegar entre una riada de dinero y colocaciones para los más avispados de su grupo. Nos hemos concentrado para dar las gracias a nuestros políticos en esta ocasión.

Ha sido un sin vivir y un rosario de cuentas infelices para la Federacion todos estos días previos de preparación de la concentración, con dedicación exclusiva de la cúpula federativa: presidente, secretario general y asesor jurídico, que han estado todos a todas, y la colaboración de provincias ha respondido perfectamente al mal momento. El 13 de marzo nos hemos concentrado ante las Cortes de Castilla y León unos dos mil asistentes, tras la llamada de la Federación Autonómica de Caza y sus delegaciones provinciales.

Pasada la concentración, una representación de la estructura hemos estado dentro del hemiciclo para dar las gracias a los partidos políticos principales que en ese momento frenaban en parte los perjuicios del dislate, al presentar en las cortes el proyecto de una nueva Ley de Caza que posibilitará en breve la continuidad de la actividad cinegética en esta comunidad. Han venido a hermanarse y apoyar a la Federación de Caza de Castilla y León organizadora, la RFEC con presidente y vicepresidente al frente, además de los presidentes o directivos y cazadores de ocho federaciones autonómicas presenciales. El resto de federaciones mandó escritos de apoyo.

Estaban también presentes las OPAS agrarias de la comunidad, la ONC, el Real Club de Monteros, la UNAC, Artemisan y la Junta de Homologación de Trofeos que acudieron a la llamada y en apoyo de la caza en Castilla y León. Se dirigieron a los asistentes con mensajes de ánimo e indignación, el presidente de nuestra federación organizadora, Santiago Iturmendi, el representante de ASAJA, Donaciano Dujo, el reconocido líder de la caza, Juan Antonio Sarasketa y el presidente de la Real Federación Española de Caza, Ángel López.

Ante el atropello a la caza a la razón y a la vida rural, que han provocado los políticos radicales de PACMA, cobijados por la sala de lo contencioso de nuestro TSJ, el resto de partidos políticos han reaccionado con la única medida posible: un procedimiento legal de emergencia que paraba de momento este tsunami sobrevenido por las anulaciones ordenadas por los jueces. Así, el 13 de marzo se ha presentado a trámite ante las Cortes de CyL, por los grupos parlamentarios Popular, Socialista y Ciudadanos, la proposición de Ley por la que se modifica la Ley 4/1996, de 12 de julio, de Caza de Castilla y León, en esta fecha en vigor.

En la nueva ley se proponen modificaciones de tres artículos (7, 41 y 42 al que se añade el 42-bis), y dos nuevos anexos: el I, con la inclusión de las 38 especies cinegéticas y el II, con los periodos y los días hábiles de caza. Todos ellos conformarán y reforzarán el mandato del artículo 41: Orden Anual de Caza, que en la nueva Ley se llamará en conjunto Plan General de Caza de Castilla y León. Sobre este plan viene recogido en la disposición transitoria esta puntualización: ‘En tanto se apruebe el Plan General de Caza de CyL, la caza se practicará conforme a las disposiciones de esta Ley’. Ha sido aprobada la propuesta de esta Ley por 71 votos a favor (PP, PSOE y C’s), 10 abstenciones (Podemos) y 1 voto en contra (IU-Equo).

La reforma de la ley en sí será aprobada el 27 de marzo, si no sobreviene nada extraño, y será publicada en el BOCyL. La anterior ley 4/1996 no entró en vigor hasta los tres meses después de su publicación. Ésta Ley reformada entrará en vigor al día siguiente de publicarse y en esa fecha estarán ya repartidos todos los precintos de corzo en los Servicios Territoriales de MA, dada la inmediatez de la temporada corcera.

Como muchos cazadores saben, en ocho ocasiones anteriores, desde 1997, nos han denunciado diferentes grupos ecologistas. La primera fue contra la Orden anual de caza del 11/07/1997= Sentencia del TSJ de 3 de junio de 2003 que anuló esta Orden solo en lo relativo a la consideración de la Perdiz Pardilla (Perdix perdix) como especie cazable. Orden Anual de Caza de 27/06/2002= Sentencia TSJ de 18 de abril de 2008 que anulaba aquella orden, ya sin vigor, fundamentada en la Ley 4/1996, de caza, por no haberse reglamentado ésta —como ordenaba la propia Ley—, dentro del año siguiente a su promulgación. Cuestión tampoco resuelta totalmente hasta ahora, 23 años después. Orden anual de caza de la Consejería de Medio Ambiente, por no atenerse a lo establecido en la Directiva Aves 74/409/CEE, de 2 abril 1979, en lo relativo a la declaración de especies cinegéticas. Y así hasta hoy.

En las primeras denuncias, la Consejera Silvia Clemente no se esforzó en contestar la demanda, cosa habitual en esta ex consejera, cuyos lodos padecemos hoy. Esas denuncias deberían haber provocado medidas administrativas que paliaran algunas irregularidades reales que hemos denunciado algunos cazadores. Últimamente toma el relevo denunciante un partido político radical, PACMA, cuya presidenta anda recogiendo firmas y votos para presentarse al Congreso de los Diputados y vivir de todos los ciudadanos, a la vez que insulta y difama con saña a los que somos cazadores, que también pagaremos su sueldo con nuestros impuestos.

La junta directiva de la Federacion de caza de CyL acordó el pasado 1 de marzo personarse como codemandada en el procedimiento de los recursos planteados por el partido político PACMA y por los cuales ha quedado suspendida la caza en la comunidad con todas sus consecuencias.

Es intención de todos los actores del ámbito cinegético que una vez se inicie la nueva legislatura elaboremos con sosiego una nueva Ley de Caza para Castilla y León, que pase todos los filtros necesarios para evitar las crispaciones que provocan estos irresponsables, que no tienen ningún prejuicio en demostrar lo que ya es sabido: no les importa nada el bienestar de los animales, su objetivo es vivir de ello y abolir la caza, sin pararse a medir sus consecuencias.

Las bondades de la caza sostenible para el medio ambiente

Por si quieren leer algo los partidos políticos que denuncian sobre las virtudes de la caza sostenible deben saber que varias personas de relevancia conservacionista, muy poco sospechosas de arrimar el ascua a la sardina de la caza ?como podría ser mi caso? han publicado manifestaciones y han llegado a la misma conclusión que muchos de nosotros. Por citar a conservacionistas reconocidos, Ortega y Gasset, Rodríguez de la Fuente, Delibes, y otros notables singulares, han dejado infinidad de opiniones coincidentes sobre la bondad de la caza para el equilibrio natural.

Uno de los personajes más reconocidos de la ecología actual, Joaquín Araujo, Premio Global 500 en 1991, (el nobel de medio ambiente de la ONU), reconoció una de las virtudes de la caza para la conservación: «Tenemos que agradecer que los mejores espacios y territorios estén conservados perfectamente, porque fueron siempre fincas de caza». La historia de muchos espacios que conservan su identidad especial son pruebas evidentes de que muchos montes históricos guardan su esencia y no fueron desbrozados, porque eran buenos refugios para la caza.

No sólo el prestigiado ecologista reconoce las bondades de la caza, unos años antes, la Resolución 882-1987, de 1 de julio, de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, reconocía «la importancia de la Caza para las regiones rurales de Europa». En esa fecha informaba la asamblea que en algunas regiones de Europa la mayoría de la gente es partidaria de la caza y en otras son críticas e incluso favorables a su abolición. Reconocía que las especies animales están amenazadas por la agricultura intensiva y la expansión de las industrias y su polución. También que el empleo intensivo de pesticidas, la eliminación de bosquetes, setos y resguardos son nefastos para la vida salvaje.

Estaba persuadida de que la caza practicada con fines de conservación, además de ofrecer una importancia económica considerable para numerosas regiones rurales, juega un papel esencial en la protección del medio ambiente al mantener un buen equilibrio entre las poblaciones al impedir la proliferación excesiva de ciertas especies, que las expone al hambre y a las enfermedades, acarreando desgastes en la vegetación de zonas sensibles. Seguidamente la asamblea invitó a los gobiernos europeos: 1) A esforzarse para la mejor formación e información de los cazadores. 2) A orientar las políticas agrarias de manera que permitan a un mayor número de animales salvajes vivir en esas zonas agrícolas, creando setos, charcas en los campos, procurando rentas complementarias para los agricultores. 3) A promover diálogos entre cazadores, agricultores, silvicultores, defensores del medio ambiente, con el fin de que cada grupo comprenda las ventajas de la cooperación. 4) A contribuir para hacer comprender mejor a la opinión pública el papel esencial de la caza en la conservación del medio ambiente y en la búsqueda y desarrollo económico de las regiones rurales. Qué bonito si fuera todo cierto.

Otras referencias internacionales: La Sra. Wallström, (2002), siendo comisaria responsable de Medio Ambiente de la CEE en una carta abierta a los ciudadanos europeos confirmó la compatibilidad de la caza con la Directiva Aves. El documento europeo orientativo sobre la caza, de acuerdo con esa misma directiva citada, menciona explícitamente que se reconoce la legitimidad de cazar especies silvestres como forma de utilización sostenible.

El Sr. Dimas, Comisario responsable de Medio Ambiente de la CEE, (2007) apoyaba las iniciativas de caza sostenible y ha subrayado que para alcanzar el ambicioso objetivo de detener la pérdida de biodiversidad para 2010 en la UE, la caza sostenible debe formar parte de la solución y no del problema. (cf. Lanzamiento proyecto ARTEMIS, Atenas, Junio 2006).

Recientemente, la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, ha manifestado que dinamitar la actividad cinegética no favorece un medio ambiente sostenible. «Las prácticas cinegéticas sostenibles que incluyan la creación, protección y gestión de hábitats apropiados, pueden contribuir de manera significativa a la conservación de ciertas especies silvestres. La caza es una actividad que proporciona beneficios sociales, culturales, económicos y medioambientales en diferentes regiones de la Unión Europea».

El comisario europeo de Medio Ambiente, Karmenu Vella, ha señalado en 2018 en Monfragüe, en una respuesta oficial de la Comisión, que «si se planifica e implementa adecuadamente, la caza sostenible puede ser una herramienta para ayudar a lograr los objetivos de conservación de la Red Natura 2000, por ejemplo, mediante el control de la población de especies que utilizan pastos como el venado».

Resumiendo: La caza sostenible contribuye a la conservación del medio ambiente. Lo dice la CEE, el gobierno de España y las CCAA a través de todas sus leyes medioambientales y de caza. También los conservacionistas nacionales más puros ¿Y no es suficiente, señores jueces?