Rastreo cuesta arriba

Este fue un rastreo corto, unos 350 metros. Eso sí, cuesta arriba, para que se me calentaran más las rodillas, pero cuando una llamada de ayuda llega a tu móvil, si eres de AEPES, no sabes decir que no.


Actualizado
Rastreo cuesta arriba

El cazador estaba a las palomas y un ruido le hizo mirar atrás, viendo cómo una piara de seis o siete cochinos se movían por la cárcava. Cambió la munición y puso un cartucho de bala, tumbando al objetivo. Pero este se levantó y salió arreando hacia arriba del barranco.

Este cazador llamó al compañero Palacios para que acudiese con su perro Chema, pero este le dice que me localice a mí, que mis perros están más cerca. Dicho y hecho. Ana se viene, por si acaso.

Hay bastante sangre

Rastreo cuesta arriba

Cuando llegamos al lugar del disparo observamos la arrancada. Las huellas se dirigen hacia lo alto del barranco. Los perros cogen inmediatamente el rastro y tiran muy fuerte, cosa que me ayuda a subir.

Suben paralelos al cauce seco del riajo. Enseguida veo que arriba hay un brote de agua, pero de momento no vemos barro, y el jabalí se dirige al barro, seguro…

Seguimos subiendo y Rocco ya va latiendo, por lo que sé que estamos muy cerca, a unos veinte o treinta metros.

Allí veo al jabalí, que intenta levantarse ante nuestra presencia, pero no tiene fuerzas. Llega el momento de sacar el cuchillo y dar fin a la tarea. Ahora hay que bajar la pieza al coche… ¡Enhorabuena equipo!

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