Limitaciones, aumento de burocracia, recorte de libertades… Así es el nuevo Reglamento de Armas

Maraver explicó en la rueda de prensa celebrada el lunes que el borrador del nuevo reglamento de armas se ha gestado de una manera «traicionera» con los sectores implicados, a espaldas de todos ellos.

A pesar de que han existido «buenas relaciones» entre la Intervención Central de Armas y Explosivos de la Guardia Civil (ICAE) y el sector armero, cinegético y del tiro deportivo durante los últimos años, este borrador se ha redactado dejando fuera a los colectivos a los que implica, como son los cazadores, tiradores y armeros en la trasposición de la Directiva Europea 2017/853. Y se había asegurado que se tendría en cuenta a estos colectivos a la hora de adaptar esta trasposición.

Por ello, Maraver quiso dejar claro que la Guardia Civil «está supeditada a las directrices del Gobierno, que es quien nos ha traicionado con un borrador del reglamento de armas que atenta gravemente contra los derechos y libertades individuales de más de dos millones de usuarios de armas deportivas.

—La actual redacción del Reglamento, ¿en qué puntos perjudica al cazador español en mayor medida?

—Principalmente, en las limitaciones que se quieren imponer para la tenencia de armas de caza, así como en el endurecimiento del régimen sancionador. Por ejemplo, al no hacer distinciones entre las distintas clases de armas impone limitaciones, prohibiciones, requisitos y trámites en iguales términos, ya sean cuchillos, arcos, rifles o escopetas.

Tampoco queda claro cómo y dónde deben guardarse las escopetas; se perjudica la práctica con armas de aire comprimido y arcos; se impide el tiro al plato en los cotos de caza; se eliminan las subastas de armas; se dificulta la compra-venta entre particulares…

—¿Qué consecuencias puede tener para el sector cinegético si finalmente no se aceptan las alegaciones?

—Aumento de burocracia, multas excesivas para infracciones graves o leves, dificultad para la tenencia de algunos tipos de armas de caza; en resumen, un recorte de libertades y un aumento de los impedimentos para la práctica de la caza, así como una limitación para la incorporación de nuevos cazadores.

—¿Qué puede hacer el cazador para que su voz sea escuchada ante este borrador?

—Presentar las alegaciones que están realizando tanto la RFEC como el sector armero. Lo explicamos en la rueda de prensa del pasado lunes, junto a la RFEDETO, a la Asociación Armera y a la Federación Sectorial Armera. Así mismo, hemos solicitado un encuentro con el Ministro de Interior para que atienda las peticiones de los sectores cinegético y armero.