La postura de la campera abatida
Manuel Romero
En el mundo cuquillero es siempre muy comentada la gran importancia que tiene el primer disparo que realizamos a un pájaro en su bautismo de fuego. Y sobre todo, las consecuencias que pueden derivarse de la postura que adopte finalmente el campero abatido, tras quedarse inerte, a la vista de nuestro reclamo.
Manuel Romero
Como aficionado al reclamo de perdiz lleva varias noches con serios problemas para conciliar el sueño. Todos los años, en los prolegómenos de la fecha de apertura de la caza, vuelve a vivir la misma situación de desvelo.
Cuando las camperas entran en la plaza…
Manuel Romero
Todas las fases de un puesto del reclamo de perdiz tienen su particular encanto. El ceremonial que seguimos comienza en nuestro domicilio, al ponerle la sayuela a nuestro figura, lo cual hacemos sin brusquedades, con mimo, procurando que nuestro campeón asocie este necesario acto como una salida gustosa al campo. Algunos, de los más veteranos, suelen ofrecernos signos de júbilo cuando nos ven aproximarnos con el capillo en la mano, pues ya saben que se encaminan a su fiesta, que también es la nuestra.
La postura de la campera abatida
Manuel Romero
En el mundo cuquillero es siempre muy comentada la gran importancia que tiene el primer disparo que realizamos a un pájaro en su bautismo de fuego. Y sobre todo, las consecuencias que pueden derivarse de la postura que adopte finalmente el campero abatido, tras quedarse inerte, a la vista de nuestro reclamo.
Manuel Romero
Mi reclamo veterano, curtido en multitud de lances cuquilleros, lleva haciendo sobre el pulpitillo un trabajo excelente, realizando salidas intermitentes con la intención de no atosigar al campo. De vez en cuando emplea paradas sonoras de forma intencionada, siempre magistrales, a las que me tiene acostumbrado, para escuchar las posibles réplicas de las camperas a los continuos mensajes que pregona desde su atalaya…
Manuel Romero
La imagen idílica que trasmite un reclamo es muchas veces el principal motivo para su adquisición. Otras veces la forma de mirarnos, o la de mostrar cierta mansedumbre cuando nos dirigimos a él, es la razón de peso que nos impulsa para decidirnos por su compra.
La ilusión de una nueva temporada del reclamo
Manuel Romero
El tiempo que dedicamos cada año a cazar en esta modalidad es siempre demasiado corto, pues cuando queremos darnos cuenta nos encontramos que está a punto de finalizar la temporada cuquillera, algunas veces sin lograr algunos de los objetivos que nos habíamos propuesto.
Manuel Romero
Esta milenaria modalidad cinegética avanza a pasos agigantados alejándose, cada vez más, de su práctica tradicional, precisamente de aquella que nos transmitieron infinidad de generaciones de perdigoneros que ya no están con nosotros.
El chirrido: el sonido del cobarde
Manuel Romero
Existe un sonido poco escuchado, quizás desconocido por aquellos aficionados que se inician en esta modalidad de caza: me refiero al chirrido. El reclamo cobarde lo emite cuando ve la cercanía del campero valeroso, o cuando ya presiente que el campo está a punto de entrar en plaza.
Fin de temporada, momento de reflexión
Manuel Romero
Otra temporada del reclamo que finaliza, o está a punto de concluir en algunas comunidades, sin que los resultados acompañen. Son ya varios años consecutivos los que llevamos sin que la meteorología reinante deje d recordarnos la gran importanciatque tiene en esta modalidálde caza, sobre todo en el tiempo previó que haya existido a la apertura del reclamo de perdiz.
Una buena herramienta de gestión
Manuel Romero
El éxito en la gestión de un terreno acotado depende de múltiples actuaciones y factores. Haciendo un repaso general a todas las acciones programadas, que llevamos a cabo para mantener la densidad de especies cinegéticas que habitan en nuestro coto, y en especial la perdiz roja, debemos seguir una serie de pautas, que creo es conveniente exponer.
El futuro de la caza de la perdiz con reclamo
Manuel Romero
Esta milenaria modalidad de caza ha sido practicada de forma tradicional durante muchos años y dispone de un gran arraigo en aquellas comunidades donde está legalizada esta actividad cinegética.
Manuel Romero
La caza de la perdiz con reclamo se impregna, en su práctica, de sensaciones provocadas por las distintas situaciones en las que se ve inmerso el veterano jaulero. Entre ellas, estarían la incertidumbre y el nerviosismo que generan el acercamiento de aquel par de perdices, que ya se encuentra replicando a los mensajes que emite nuestro reclamo.
Manuel Romero
Hace ya algún tiempo un amigo cuquillero me planteaba esta cuestión pues sus reclamos en determinada época del año se mostraban propensos a los saltos, revuelos y algarabías nocturnas, acciones que algunos aficionados hemos sufrido en alguna ocasión y que algunos relacionan directamente con el sueño de sus reclamos.
Manuel Romero
La vida de la perdiz atraviesa una etapa en la que se suceden los enfrentamientos guerreros entre los machos, dentro del seno de un bando, para la elección de la hembra por la que suspiran y así cerrar su ciclo biológico natural. Durante las distintas fases madurativas de los pollos ya se ha ido cimentando una jerarquía donde los más valientes y agresivos miembros del bando ocupan los puestos de mando, que suele estar encabezado por el padre, seguido muy de cerca por los pollos más valerosos.
Maullidos… suspiros… bostezos…
Manuel Romero
Dentro del amplio repertorio sonoro que dispone la perdiz, existe un sonido que siempre ha sido motivo de los más amplios debates en el mundo cuquillero, encontrándose en las sabrosas tertulias perdigoneras diversidad de opiniones, casi todas argumentadas y extraídas de la propia experiencia o de lo trasmitido por familiares o amigos… me refiero, cómo no, al maullido.
«Aficionados» y AFICIONADOS al reclamo
Manuel Romero
La modalidad de la caza de la perdiz con reclamo se nutre de distintos tipos de «aficionados» y AFICIONADOS, según la enseñanza recibida, transmitida, o según la óptica con la que mire cada jaulero.
Manuel Romero
Cuando canta la perdiz... se alegra el espíritu del veterano jaulero que se queda embelesado, absorto y fascinado escuchando los maravillosos recursos sonoros que dispone esta maravillosa ave.
El reclamo y los pollitos de perdiz
Manuel Romero
Nuestra desmesurada afición al reclamo abarca innumerables facetas, todas ellas altamente atrayentes para el apasionado jaulero, que llevado por su celo permanente le lleva a saborear y disfrutar de cada una de ellas a lo largo del año.