Un precioso ciervo indultado por un cazador: te contamos el motivo
Un cazador disfruta de la berrea del ciervo cuando se le acerca un bonito ejemplar. Pero, en lugar de apuntar con su rifle, saca su móvil y se limita a grabarlo.
Sucedió el pasado jueves. Estamos en la finca Grazalema, en la provincia de Cádiz. Allí los ciervos berreaban con ímpetu y Francisco Ramírez, un cazador apasionado de esta época en la que los grandes ciervos toman el protagonismo, esperaba que algún gran ejemplar le brindase una oportunidad.
Un ciervo grande y bonito, pero…
Lo que Francisco no esperaba era que un venado se le acercase tanto. Con la fiebre de la berrea y el celo tan alto, estos animales centran sus sentidos en atraer a las hembras y defenderlas de otros machos. Por eso ni huele ni oye ni ve al cazador apostado que tiene a pocos metros.
Y este cazador levanta el cañón de su rifle y se limita a grabar la belleza del animal. No es el ejemplar que ha ido a buscar. Ese ciervo tiene por delante aún una progresión de varios años hasta alcanzar la plenitud. Su genética seguirá expandiéndose por la zona, por lo menos un año más. Francisco está buscando ciervos en regresión, esos ejemplares que copan las hembras de la zona y que no permiten a los ejemplares jóvenes acercarse si quiera a ellas.
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Un lance de caza al ciervo en berrea, grabado en vídeo
Un majestuoso ciervo macho se encuentra en plena época de celo. Está reclamando sus territorios y a las hembras que en ellos se encuentran. La berrea es sinónimo de caza selectiva y de recechos.
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