Situación y Futuro del Oso Polar

Según D. Vongraven (del Instituto Polar noruego, Tromso) y E. Richardson (de Environment Canada, Edmonton) las poblaciones de osos polares han disminuido en número, y se encuentran amenazadas debido a la reducción de la banquisa o hielo marino del Ártico.


Los osos polares (Ursus maritimus) tienen una distribución circumpolar que se ve influida por la distribución y disponibilidad del hielo marino. La banquisa o hielo marino es la plataforma principal por la que los osos polares se desplazan, cazan, se aparean y, en algunas áreas, se guarecen. Los osos polares cazan principalmente grupos de focas de la banquisa (focas oceladas, focas barbudas, focas pías, focas capuchinas) y en menor medida a otros mamíferos marinos (por ejemplo, morsas y ballenas). Como resultado, los cambios del clima que afectan a la disponibilidad de los hielos marinos tienen el potencial de influir significativamente en la disponibilidad de presas para los osos, afectando al crecimiento individual, reproducción y supervivencia. Se estima que la población mundial de osos polares es de 20.000-25.000 osos, y se encuentra repartida en 19 sub-poblaciones relativamente distintas alrededor del Ártico. Hay siete sub-poblaciones que muestran una tendencia descendente, y se cree que, si las condiciones del hielo marino se siguen degradando en el Ártico, pueden verse amenazados otros grupos de población como consecuencia de la pérdida de hábitat y la disminución del acceso a sus presas, es decir, a las focas de la banquisa . Se ha criticado que, a excepción de la larga serie de datos sobre la condición corporal relacionada con la ruptura del hielo marino en la primavera en Hudson Bay Occidental, hay pocos datos para apoyar cualquier efecto del calentamiento climático sobre los osos polares. Esto está claramente cambiando, y en este momento se cree que dos de estas sub-poblaciones están en declive (Bahía Hudson Occidental y Mar de Beaufort Sur) como resultado de los cambios en el clima que afectan a la disponibilidad del hielo marino. En concreto, los cambios en la disponibilidad estacional de hielo marino se ha demostrado que influyen en la supervivencia del oso polar de la Bahía de Hudson Occidental (Regehr et al. 2007) y a las tasas de supervivencia y reproducción en el Mar de Beaufort Sur (Regehr et al. 2010). Todavía hay poco o ningún conocimiento sobre la situación y evolución de la sub-población de Groenlandia Oriental o de las dos sub-poblaciones sujetas a la jurisdicción exclusiva de Rusia (Mar de Laptev y Mar de Kara).

Situación

La situación de los osos polares se ha evaluado tanto a nivel internacional como nacional por los siguientes organismos y con los resultados siguientes: -Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN Red List): Vulnerable (https://www.iucnredlist.org/apps/redlist/details/22823/0) -Norway (Norwegian Red List): Vulnerable (https://www.biodiversity.no) -Rusia (The Red Data Book): Incierto, Raro, y Rehabilitado / en Rehabilitación (una clasificación específica de Rusia para las sub-poblaciones rusas; Rusia reconoce tres sub-poblaciones dentro de su territorio, mientras que PBSG reconoce cuatro). -Estados Unidos (Endangered Species Act): Amenazado (https://ecos.fws.gov/speciesProfile/SpeciesReport.do?spcode=A0IJ) -Groenlandia: Vulnerable (https://www.artsdatabanken.no/Grønlands_Rødliste_2007_DK_IiZsU.pdf.file) -Canadá (COSEWIC): Especie de Especial Interés (https://www.sararegistry.gc.ca/virtual_sara/files/cosewic/sr_polar_bear_0808_e.pdf) A pesar de las importantes investigaciones y seguimientos de los osos polares en algunas zonas del Ártico, hay una falta general de conocimiento en cuanto a cómo los efectos acumulativos del calentamiento climático, la contaminación, las enfermedades, la caza, el desarrollo industrial y otras actividades humanas tienden a interactuar para influir en la situación de las sub-poblaciones de los osos polares a nivel mundial. Por otro lado, la reducción de la superficie de hielo del Ártico ha batido récords en 2012. La extensión de hielo marino que cubre el Océano Ártico se ha reducido al tamaño más pequeño jamás observado desde hace tres décadas, según la información aportada por científicos de la agencia espacial estadounidense (NASA) y del Centro de Datos de Hielo y Nieve de Estados Unidos (NSIDC, en inglés). La extensión de hielo marino en el Ártico el pasado 26 de agosto era de 410 millones de kilómetros cuadrados, lo que suponen 70.000 kilómetros cuadrados menos que la superficie registrada en septiembre de 2007. La capa de hielo del mar crece naturalmente en los fríos inviernos árticos y se contrae cuando las temperaturas suben en primavera y verano. Pero en las últimas tres décadas, los satélites han observado una disminución del 13% por década en periodo estival, lo que supone una cifra récord desde que se comenzara a observar por satélite la superficie ártica, hace treinta años. Según Joey Comiso, científico investigador en el Centro Goddard de la NASA, la pérdida persistente de la capa de hielo perenne —hielo que sobrevive a la temporada de fusión— ha provocado un deshielo récord en el verano de este año. Y a diferencia de lo que sucedió en el 2007, las temperaturas no han sido inusualmente cálidas en el Ártico este verano. El nuevo récord se alcanzó antes de terminar la temporada de deshielo en el Ártico, que suele tener lugar a mediados o finales de septiembre. Los científicos esperan ver una pérdida aún mayor del hielo marino en las próximas semanas.
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