Caza un jabalí de 121,9 puntos mientras realizaba una espera por daños

Pablo Chafer, vecino de Navarrés, municipio perteneciente a la provincia de Valencia y ubicado en la comarca de la Canal de Navarrés, ha abatido un jabalí de 100 kilos y un considerable trofeo con 121,9 puntos. Algo inesperado cuando lo que buscaba era reducir los daños que los jabalíes ocasionan en una finca sembrada con árboles frutales.

Los cochinos estaban causando graves daños en los árboles de caquis de la zona. Por ello, los agricultores pidieron la ayuda de los cazadores.

No esperaba abatir un ejemplar como este

Pablo acudió presto tras la llamada desesperada de su suegro debido a los enormes daños que estaban causando los jabalíes en su finca. Y esto a pesar de estar completamente vallada.

Tras una semana de observación en la zona y comprobar por dónde entraban los jabalíes y dónde estaban realizando los daños más cuantiosos, decidió realizar una espera. El cazador había observado las marcas de un jabalí de considerables dimensiones en uno de los árboles, pero no podía imaginar el tamaño real de este.

Así fue la espera

Se colocó en el lugar elegido junto a su 30/06 Marlin sobre las 8 de la tarde para realizar la espera. A las 22 horas de la noche oyó unas pisadas en el silencio de la noche. Se trataba de varios cochinos, pero lo ventearon tras un brusco cambio de viento y desaparecieron.

Pablo pensó que la espera iba a ser infructuosa, pero pasada media hora escuchó unas pisadas que se acercaban al lugar donde estaba ubicado. Tras unos tensos minutos, lo vio tras el tronco de un árbol. Estaba comiendo caquis.

Aguantó la respiración hasta que salió a un hueco entre dos árboles frutales. Encendió la linterna y efectuó un certero disparo al codillo, colocando de manera efectiva la bala Winchester Power Point que lo dejó inmóvil.

Una gran sorpresa tras acercarse

En un primer momento, Pablo pensó que era un ejemplar de unos 60 kilogramos y con no mucha boca. Cuál fue su sorpresa al encontrarse con este espectacular trofeo. Este es el premio a la constancia de Pablo que, tras cinco años como esperista y tras abatir varios ejemplares, es el primer jabalí de esta magnitud que logra abatir.

La caza es un elemento esencial en el control poblacional de los jabalíes, entre otras especies, para así paliar los daños que causan a la agricultura.