La idoneidad de estas instalaciones, propiedad de la Sociedad de Caza de Portas, estaba avalada por la autorización emitida en Abril del año 2007 por la Comisión Nacional de Bioseguridad (Ministerio de Medio Ambiente).
Concretamente, los resultados e informes ilustrarán de una forma definitiva la
Transmisión entre animales vacunados y otros que no lo habían sido por el mero hecho de existir contacto entre ellos, aspecto éste que se torna
fundamental de cara al éxito o fracaso de este proyecto.
Básicamente la prueba ha consistido en vacunar con la nueva vacuna, compuesta por un organismo modificado genéticamente, a un pequeño porcentaje de animales dentro de un grupo y luego, mediante continuos y estrictos controles de sangre, comprobar la evolución de la tan ansiada
Transmisibilidad.
Se considera que en breve espacio de tiempo, y tras un exaustivo análisis de los datos obtenidos en las diversas serologias realizadas, éstos sirvan para ratificar o rectificar los datos de anteriores estudios como los llevados a cabo en el pasado en la ya famosa isla del
Aire y poder, si se considera oportuno, presentar toda la documentación exigible ante la Agencia Europea del Medicamento (EMEA), que es el organismo encargado de evaluar la posibilidad de emitir la pertinente autorización para la posterior comercialización de este producto.
Esperamos que el esfuerzo y trabajo desinteresado realizado desde la Federación Galega de Caza y la Sociedad de Caza de Portas, sirvan, al menos, para que los datos obtenidos ayuden a la finalización de este esperanzador proyecto que tiene en vilo, en la última década, a infinidad de amantes de la naturaleza y que, de ser positivo, supondrá una herramienta más de cara a la gestión, allí donde sea necesario de las maltrechas poblaciones de conejo de monte, que no olvidemos son un elemento fundamental en la base de la cadena alimenticia de los muchas otras especies animales. Algunas de ellas en grave peligro de extinción.
