Municiones Remington
Curiosidades y anécdotas de una producción muy singular

Municiones Remington

Remington Arms Company ha patentado cartuchos con encendido eléctrico, ha creado municiones “belted” para caza mayor con vainas más cortas que ningún otro fabricante, ha fabricado la mayor gama de municiones comerciales de alta velocidad y ha adoptado más “wildcat” que nadie. Este artículo resume las características de los cartuchos para rifle de fuego central que ha diseñado o ha adoptado con su nombre la célebre compañía desde principios del siglo XX.


Remington ha creado y comercializado también muchos cartuchos en el siglo XIX y también municiones de percusión anular, por supuesto, pero no las tendremos en cuenta para que evitar que el artículo sea más extenso de lo que lo es. Por la misma razón, tampoco mencionaremos todos los cartuchos que ha creado a partir del siglo XX, solo los que han tenido éxito o representaron un avance significativo, aunque años después dejaran de comercializarse porque no pudieron competir con otros más modernos o por cualquier otra razón.

En general, su producción es especialmente completa en modelos para varmint y en “magnum” de alta velocidad de todos los calibres. Además, ha comercializado más cartuchos “wildcat”, “semi-wildcat” y más municiones curiosas que ninguna otra empresa.

De izquierda a derecha .35 Remington junto a los obsoletos .32 Remington y .25 Remington. El .35 Remington fue el primer cartucho de pólvora sin humo de la firma que consiguió un gran éxito comercial. Lo introdujo en 1908 para su rifle semiautomático mod. 8, pero lo han disparado todo tipo de armas y aún se fabrica.

Primer éxito comercial

El primer éxito comercial con una munición de pólvora sin humo lo consiguió con el .35 Remington, un rechoncho cartucho que diseñó en 1908 para su rifle semiautomático modelo 8, aunque también lo han disparado todo tipo de rifles.

Utiliza una vaina golleteada con ranura obtenida a partir de la del .30-06 y dispara balas de 9 mm de punta roma de 200 grains (y también de 150) a 2.080 p/s (634 m/s), velocidad que superaba a la de otra munición similar que dejó obsoleta: el .35 Winchester S.L., desarrollada por Winchester un año antes para su rifle semiautomático mod. 05.

De izquierda a derecha .17 Remington; .222 Remington y .22-250 Remington. Remington ha desarrollado o adoptado numerosos calibres para caza varmint.

Por su mayor potencia y, seguramente, porque no había mucho donde elegir en aquella época, el .35 Remington tuvo tanto éxito que hasta Winchester lo fabricó y adoptó para su famoso modelo 70 de cerrojo. Y no solo en EE. UU., también lo tuvo en Europa e incluso el cartucho llegó a fabricarse en España (1) y se ha utilizado en montería porque, a corta distancia, la bala de 200 grains podía abatir un jabalí a la carrera.

Hoy día su uso es muy reducido, pero en EE. UU continúa en producción a diferencia de los demás cartuchos que Remington creó para su semiautomático mod. 8: .32 Remington; .30 Remington y .25 Remington.

(1) Lo fabricó en los años 40 la Pirotecnia Militar de Sevilla por encargo del general Gonzalo Queipo de Llano, de ahí su nombre.

Un .22-250 Rem comparado con dos cargas del .25-06 Remington. Ambos cartuchos son “wildcat” que Remington ha hecho famosos tras adoptarlos en 1965 y 1969, respectivamente.

Especialista en varmint

Desde 1950 Remington ha desarrollado o comercializado más cartuchos de pequeño calibre para caza varmint que ningún otro fabricante y, salvo excepciones, con notable éxito.

Así, en la década de los 50 lanzó al mercado el .222 Rem. en 1950; el .223 Rem. en 1957 y el .222 Rem. Mag en 1958.

En la de los de los 60 adoptó dos “wildcat” que, junto con el .222 Rem. y el .223 Rem., lo consolidarían ya como la empresa más especializada en varmint (2): el .22-250 Rem. en 1965 y el .25-06 Remington. También en esta época lanza al mercado cartuchos para caza varmint con armas cortas que no tratamos porque en España no se caza con este tipo de armas pero, indudablemente, contribuyeron a que la firma se especializara en este tipo de municiones. Es el caso del .17 Remington Jet de 1961 y el del .221 Fireball de 1963.

Remington ha comercializado más “wildcat” que nadie con su nombre o con su nombre original, caso por ejemplo de los que aparecen en la foto: de izquierda a derecha, .35 Whelen; .280 Remington; 7 mm-08 Remington; .257 Roberts; .25-06 Rem. y .22-250 Remington.

En 1971 lanza el .17 Remington (sin “Jet” y para rifles); a partir de 1977 tres cartuchos .22 Acelerator; en 2000-2003 varios calibres EtronX y, por fin y si no me he dejado ninguno importante en el tintero, en 2007 comercializa el .17 Fireball, que es también otro cartucho de rifle obtenido a partir de la vaina del de pistola .221 Fireball.

En el artículo sobre el .22-250 Rem, publicado el día 13 de abril de este año en esta página, se proporcionan también las características básicas de los cartuchos .222 Rem, 222 Rem. Mag y .223 Rem., por lo que no las proporciono en esta ocasión para ahorrar espacio.

Al disparar proyectiles de calibre .22 de 55 grains en vainas de cartuchos calibre 30, que tienen una gran capacidad, el .30-06 Acelerator y el .308 Acelerator superan en velocidad a cartuchos tan rápidos como el .22-250 Rem con el mismo peso de proyectil. En la foto, .22-250 Rem comparado con los tres .22 Acelerator que diseño Remington a partir de 1977: .30-30 Acelerator; .308 Acelerator y .30-06 Acelerator.

El .25-06 es un wildcat que creó en 1920 A.O. Niedner utilizando la vaina del .30-06 y que Remington comercializó en 1969 con el nombre de .25-06 Remington y con mucho éxito porque puede disparar a 1.067 m/s proyectiles de 87 grains y de 120 grains a casi 900 m/s, así como balas de peso intermedio (de 90 a 117), por lo que se puede usar para cobrar alimañas y caza mayor de considerable tamaño. 

La aplicación del 17 Remington es únicamente la caza de predadores. Utiliza la vaina basada en la del .223 Remington pero dispara proyectiles de 4,37 mm (.172) y de 25 grains de peso a ¡1.241 m/s!

El .17 Remington Fireball utiliza una vaina más corta que el 17 Remington (de 36,1 mm en vez de 45,61 mm) y dispara balas del mismo calibre, pero de 20 grains y a 1.230 m/s. Ambos .17 se siguen fabricando.

Y los Acelerator y EtronX, por su original y curioso diseño los vemos en el siguiente apartado.

(2) Es la empresa que más cartuchos varmint ha comercializado y también la que más cartuchos “wildcat” ha adoptado con su nombre o no: .257 Roberts en 1934; .22-250 Remington en 1965; .25-06 Remington en 1969; .35 Whelen en 1987, entro otros. Incluso el 7 mm-08 Remington y el .280 Remington, que son sus cartuchos estándar más conocidas (y los más utilizados en España) son “wildcat”: el 7 mm-08 Rem, introducido en 1980, deriva del 7 mm/.308 y el .280 Rem de 1958 del 7 mm-06.

Cuatro cargas de 7 mm. Rem. Mag, el cartucho magnum de mayor éxito de la marca desde que lo comercializó en 1962 y una de las municiones más utilizadas y mejor valoradas en todo el mundo.

Acelerator y EtronX

Son dos tipos de municiones muy diferentes, aunque tienen en común que su aplicación es la caza de predadores y que, aunque hoy son obsoletas, consiguieron incrementar la fama de Remington porque se habló y escribió mucho, bien y mal sobre sus características. “Que hablen de mí, aunque sea mal” dice una conocida frase publicitaria.

La cartuchería Remington Acelerator fue la mejor parada porque por su originalidad y alta velocidad impresionó a los cazadores de la época. Además, Remington la comercializó en los tres calibres norteamericanos de mayor uso: .30-06, .308 Win y .30-30 Win.

Parece un .243 Winchester y lo es, pero no lo ha diseñado Winchester, sino Remington: se trata de un .243 Win. de encendido eléctrico, creado a principios de siglo para el rifle Remington 700 ETRONX. Arma y cartuchos son obsoletos.

Disparaba balas calibre .22 de 55 grains en cartuchos calibre .30 utilizando un sabot de plástico diseñado para mantener el proyectil centrado en la vaina y para que, durante el disparo, el conjunto proyectil-sabot tomara las estrías y, una vez, en el exterior, la bala se separaba del proyectil.

En .30-30 Win. conseguía una velocidad de 1.036 m/s; en .308 Win. 1.149 m/s y ¡1.244! en .30-06.

La cartuchería EtronX y el rifle que la disparaba, el Remington 700 EtronX, fue la más criticada por la prensa norteamericana hasta el punto de tildarla como “locura patentada”.

La cartuchería ETROX se reconoce de la normal porque está cebada con un iniciador eléctrico que parece un pistón convencional percutido. Se fabricó en .220 Swift; .22-250 Remington y .243 Winchester.

Pero le diera o no a Remington un arrebato, lo cierto es que creó un conjunto arma-munición tan curioso como genial porque utilizaba la electricidad (que provenía de una batería de 9 V) para darle fuego a la pólvora de la cartuchería en un tiempo récord (27 microsegundos), ya que no hay percusión. Y, por supuesto, en vez de pistones convencionales utilizaba cartuchería de calibres normales pero cebados con pistones eléctricos (que llegó a venderlos sueltos para poder recargar los cartuchos).

Entre 2000 y 2003 se fabricó en los calibres .220 Swifft, .22-250 Rem y .243 Win (que yo sepa) y como puede apreciarse en las imágenes solo se diferencian por el aspecto del pistón eléctrico, que no es plano. Está hundido, parece como si hubiera sido percutido con un percutor muy grueso.

7 mm-08; .280 Rem; 7 mm Express Rem. y 7 mm. Rem. Mag, los TRES cartuchos más utilizados. Son tres y no cuatro como parece, porque el .280 y el 7 mm Express son el mismo cartucho, aunque tengan nombres diferentes.

“Resucitadora” de calibres

Otra característica de la firma ha sido la de renombrar algunos calibres para mejorarlos o bien porque su popularidad estaba pasando por una mala época o por ambas razones, con el fin de incrementar las ventas y, supongo, que también para que se hable de la firma, aunque “sea mal”, porque cambiarle de nombre a un cartucho lleva aparejado el confundir a los usuarios y que éstos te critiquen.

Por ejemplo, en 1955 introduce el .244 Remington al que en 1963 le cambia el nombre por el de 6 mm. Remington para mejorarlo. Ambas municiones son idénticas e intercambiables, pero el .244 solo se ofrecía con balas de peso de 75 a 90 grains y el 6 mm con proyectiles de 80 a 100 grains porque modificó el paso de estrías de los rifles que los disparaban (modelos 788 y 700) para estabilizar mejor las balas más pesadas (de 1:12 a 1:9). Es sin duda una mejora que justifica el cambio de nombre y si creó dudas a los cazadores no nos afectó a los españoles porque no son calibres que utilicemos.

Si nos afectó, sin embargo, que en 1980 (1979 según algunas fuentes) le cambiara el nombre al .280 Remington por el de 7 mm Express Remington sin más motivo aparente que el de “resucitar” el .280, pues lo había comercializado en 1957 y desde entonces habían aparecido otros cartuchos más modernos.

A partir de 1999 Remington comercializó la potente cartuchería Ultra Magnum que desarrolla más energía que la de cualquier otro magnum comercial de su mismo calibre. En la foto aparecen, de izquierda a derecha, un 7 mm; un .300 y un .375 Remington Ultra Mag, pero también se fabrica en .338.

Nos afectó porque era una munición que sí se utilizaba (y se sigue utilizando) en España, sobre todo en rifles semiautomáticos Remington modelos 740 y posteriores. De hecho, recuerdo que en la redacción de la revista en la que trabajaba entonces (“Armas”, de Hobby Press) era frecuente que los lectores nos preguntaran si, de verdad, eran intercambiables para confirmar lo que le habían dicho en la armería.

En plena polémica y cuando ya cuando tanto los cazadores españoles como los del resto de Europa asumimos que el 7 mm Express Remington se podía disparar sin peligro en los .280 Remington porque era el mismo cartucho y después incluso de que Remington hubiera comercializado rifles marcados como 7 mm. Express, curiosamente, vuelve a renombrar las cajas de munición y las armas con su antiguo nombre.

Por último, apuntar que las prestaciones del .280 Remington son similares a las de la cartuchería europea 7x64 (pero ¡ojo!, NO son intercambiables), salvo por el pequeño detalle, nada despreciable, de que la cartuchería europea monta proyectiles más técnicos.

Un .375 Remington Ultra Mag comparado con un .416 Remington Magnum. El .416 lo creó Remington en 1988 y es el segundo cartucho para caza pesada peligrosa que se han desarrollado en EE.UU.

Y experta en alta velocidad

El 7 mm Remington Magnum (3) es el cartucho Remington de alta velocidad más conocido y famoso porque lleva muchos años en el mercado (desde 1962) y ha mantenido desde entonces su éxito, pero no es el único calibre de alta velocidad, ni mucho menos, que ha diseñado con éxito la conocida firma norteamericana, si bien es verdad que muchos modelos no lo han tenido en EE.UU, en Europa o en ambos continentes.

Entre los de más éxito y sin contar sus cartuchos para varmint más rápidos ni el 7 mm Remington Magnum, destacan el .416 Remington Magnum introducido en 1988 y cuatro potentísimos magnum aparecidos a partir en 1999 y en 2002 con el nombre común de Remington Ultra Magnum.

El .416 es el segundo cartucho para caza pesada peligrosa creado en EE.UU (el primero fue el .458 Win. Mag. en 1956), campo en el que se ha probado con éxito con todo tipo de rifles americanos y europeos. Utiliza una vaina “belted” de 2,850 “y dispara proyectiles de 300 y 400 grains a 771 y 732 m/s.

Para competir con los Winchester WSM de vaina corta, Remington lanzó al mercado en 2001 la cartuchería Short Action (SA) Ultra Mag en 7 mm y .300, pero no tuvo éxito al igual que no lo han tenido la mayoría de los cartuchos magnum con vaina corta de segunda generación. En la foto aparece un 7 mm SA Ultra Mag comparado con dos .300 SA Ultra Mag.

Y los Ultra Magnum se idearon para cazar a distancias extremas o generar a distancias normales mucha más energía que cualquier otro calibre comercial. Todos utilizan vainas muy largas con culote con ranura de extracción ligeramente rebatido y son rapidísimos teniendo en cuenta el peso de las balas que disparan.  

– 7 mm. Remington Ultra Magnum. Aparece en 1999. Carga balas de 140 y 160 grains que dispara a 1.044 y 975 m/s y con las primera consigue una trayectoria tan rasante como la de un .22-250 Rem. con proyectil de 55 grains y desarrolla una energía un 24 por ciento mayor que el 7 mm. Remington Magnum. La vaina mide 2,850” (72,4 mm, aprox).

– .300 Ultra Magnum. Aparece en 1999 y es el cartucho más utilizado de la serie. Dispara proyectiles de 150, 180 y 200 grains a 1.052; 991 y 922 m/s y desarrolla un 27 por ciento de más energía que las balas del mismo peso disparadas con un .300 Win. Magnum. La vaina mide 2,845” (72,26 mm).

– .338 Remington Ultra Magnum. Introducido en 2002, carga balas de 250 grains que dispara a 872 m/s y desarrollan una energía en boca superior en un 25 por ciento que las del mismo peso disparadas con un .338 Win. Mag. Utiliza una vina un poco más corta: 2,76” (70,1 mm).

– .375 Remington Ultra Magnum. Data de 2002 y es un 23 por ciento más potente que el .375 H&H Magnum porque dispara sus proyectiles de 270 y 300 grains a mayor velocidad: 884 y 883 m/s. La vaina tiene la misma longitud que la del 7 mm.

Y entre los menos usados destacan cinco cartuchos comercializados entre 1966 y 2001: dos con vaina corta, un 7 mm y un .300, lanzados en 2001 con el nombre común de Short Action (SA) Ultra Mag; el 8 mm Remington Magnum comercializado en 1978 y el .350 Remington Magnum y 6,5 mm Magnum introducidos en 1965 y 1966, respectivamente.

La foto compara un .300 SA Ultra Mag con un .300 Ultra Magnum para que se pueda apreciar la gran diferencia en tamaño y en capacidad que tienen sus vainas: 51,18 mm frente a 72,26 mm.

Los dos primeros es lógico que no tuvieran éxito porque se diseñaron para competir con los Wichchester Short Action (WSM) que tampoco lo han tenido si exceptuamos al .270 WSM.

También se entiende que el 8 mm Remington Magnum haya tenido en Estados Unidos su público (y sigue teniéndolo, pues continúa en producción) pero que no lo haya tenido en Europa porque no ha podido competir con el 8x68S.

Pero no se entiende que el .350 Remington Magnum no se utilice mucho ni en EE.UU. ni en Europa. De hecho, ni siquiera lo entiende Remington, como demuestra el hecho de que en 2002 intentó revitalizarlo (lo relanzó, aunque esta vez con el mismo nombre). No se entiende porque es ideal para cazar en zonas boscosas (y en Europa en batida) pues dispara proyectiles de 9 mm a 825 m/s, es decir, las mismas balas del .35 Remington, pero a mayor velocidad. Su vaina es cinturada (“belted”) y tan solo mide 55,1 mm, por lo que tienen un aspecto rechoncho, que quizás haya influido en su poca popularidad.

Dos 7 mm. Rem. Mag. “rodean” a un obsoleto cartucho 6,5 Remington Magnum. Pese a que utilizaba una vaina de 55,1 mm dispara balas de 120 grais a una velocidad muy considerable: 978 m/s.

Y el 6,5 mm Remington Magnum lo he querido dejar para el final porque me parece muy curioso, además de un cartucho bonito. Su vaina también es “belted” y mide 55,1 cm, como la del .350 Rem. Mag, pero como el calibre es menor es más elegante. Su aspecto es el de 7 mm Rem. Magnum, pero en pequeño. Y también es potente porque dispara proyectiles de 120 grains a 978 m/s, por lo que no entiendo por qué no tuvo éxito.

(3). El día 16 de febrero publicamos un extenso artículo sobre el 7 mm Remington Magnum que, por cierto, también se puede considerar que su origen es “semi-wildcat” porque está obtenido a partir de una vaina de un cartucho comercial desarrollado anteriormente.

 

Texto y fotos: Juan Francisco París

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