Los decomisos de jabalíes en Extremadura por posible tuberculosis arruinan al sector productor y a los organizadores de monterías
Cáceres

Los decomisos de jabalíes en Extremadura por posible tuberculosis arruinan al sector productor y a los organizadores de monterías

La Asociación Española de Organizadores de Monterías (AEOM), la Asociación de Profesionales de Caza de Extremadura APROCEX y la Asociación de Productores de Caza (APROCA) han trasladado recientemente a los responsables de Salud Pública y Sanidad Animal de la Junta de Extremadura su preocupación por la situación insostenible que vive el sector de propietarios y organizadores profesionales de monterías.


Esta situación es consecuencia de los abusivos decomisos de jabalíes a causa de posible tuberculosis y el inasumible impacto económico que ello supone para los organizadores, que a la merma de ingresos por el decomiso de las canales deben sumar el gasto de eliminación de las mismas a través del SANDACH, con facturas que alcanzan miles de euros por montería, gasto a todas luces imposible de soportar, que condenará a estas asociaciones a abandonar la actividad en Extremadura por ser actuaciones cinegéticas “a pérdidas” en la mayoría de las ocasiones.

AEOM, APROCEX y APROCA, parten de la base de la importancia de la erradicación de esta enfermedad zoonótica de tanta repercusión en algunas zonas de Extremadura, y tienden la mano al Servicio Extremeño de Salud y a sus veterinarios oficiales para trabajar conjuntamente en la lucha y control de esta enfermedad, para garantizar la salubridad de las carnes que vayan a consumo humano, la salud pública y la sanidad animal, como no podía ser de otra manera.

Para ello solicitan que se modifique el procedimiento actual de inspección y prospección de canales, y que la búsqueda de lesiones compatibles con la tuberculosis no se limite a la inspección visual de los nódulos linfáticos mandibulares, sino que independientemente de la catalogación del coto respecto al riesgo de tuberculosis, en todos los casos donde aparezcan lesiones compatibles con la tuberculosis a nivel linguomandibular y en glándulas mandibulares, se realice una inspección más completa mediante evisceración y búsqueda de lesiones en ganglios mediastínicos, mesentéricos, iliofemorales e iliacos mediales, así como la búsqueda de lesiones tuberculosas en ganglios linfáticos gástricos y órganos como bazo, hígado o cavidad torácica, permitiendo el decomiso parcial de la canal en caso de no haber lesiones generalizadas, ya que esa carne es perfectamente apta para el consumo humano como ocurre en el vacuno.

A través de la interprofesional de la carne de caza (ASICCAZA), los organizadores han propuesto a la Dirección General de Salud unas jornadas formativas para los veterinarios actuantes en monterías en las que trabajar en todos estos aspectos que preocupan muchísimo al sector.

Punto importante para que en el desempeño de sus funciones el veterinario pueda llevar a cabo una adecuada inspección es el lugar de evisceración donde se faenan e inspeccionan las canales de caza mayor. Estos lugares en Extremadura deberán atender a unos requisitos mínimos exigidos por el decreto 230/ 2005 de 11 de octubre, de control sanitario de las especies de caza silvestre como son luz , agua y dimensiones suficientes, así como techo y suelo liso y de fácil limpieza. Desde el sector de la carne de caza y a través de ASICCAZA se está haciendo una labor de difusión y concienciación para el cumplimiento de estas normativas y asegurar que tanto los carniceros como los veterinarios trabajen en óptimas condiciones asegurando además la mejor calidad para la carne de caza. Los organizadores de montería son sensibles a todos estos requisitos y cumplen lo que la norma establece. Facilitan el trabajo de los veterinarios cada fin de semana pero entienden que los protocolos de decomisos deben adaptarse al igual que se trabaja en otras comunidades autónomas linderas con igual prevalencia de tuberculosis.

AEOM, APROCEX y APROCA solicitan además a la Administración extremeña ayudas para soportar los elevados gastos de SANDACH, y sostienen que de no cambiar drásticamente las condiciones actuales en torno a las inspecciones veterinarias de tuberculosis y los decomisos de jabalíes, se verán obligados a abandonar la actividad cinegética sobre esta especie en Extremadura ya que las pérdidas que están soportando semanalmente son ya insostenibles.

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