Cazadores catalanes organizan una batida para controlar las poblaciones de jabalíes que están arrasando las parcelas recién sembradas
Lleida

Cazadores catalanes organizan una batida para controlar las poblaciones de jabalíes que están arrasando las parcelas recién sembradas

El domingo, la sociedad de cazadores del Nen con la colaboración de la Colla de Santa María acudieron a la llamada de un agricultor de Alós de Balaguer para que expulsaran a los jabalíes de sus campos. En la jornada celebrada para paliar los daños, se cazaron ocho ejemplares del medio centenar de cochinos que había en la zona.


Los cochinos siguen los pasos de los tractores mientras depositan las semillas en las tierras de cultivo de la comarca de la Noguera. Su voracidad es tal que en una sola noche son capaces de devorar gran parte de la simiente.

Un agricultor siembra y ve cómo los jabalíes le siguen y comen lo que va plantando

Gracias a la colaboración de los cazadores, los agricultores resembrarán las zonas afectadas esta semana.

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Uno de los jabalíes que dañaba la siembra del agricultor.

Cazadores al servicio de la sociedad

El pasado miércoles, un agricultor, desesperado por la presencia de un gran número de cochinos mientras se encontraba sembrado de cebada una parcela de su propiedad, se puso en contacto con los integrantes de la colla del Nen, grupo de cazadores con sede en La Guardia de Urgel, presidido por Ángel Alcaraz, para que celebren una cacería en la zona para paliar los daños que están ocasionando los suidos. Los jabalíes iban detrás de los tractores comiendo lo que estaban plantando.

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La zona cazada es un área de agricultura muy dañada por los jabalíes. El agricultor fotografió a los jabalíes entrando en la siembra mientras cultivaba.

Un agricultor agradecido a los cazadores

Los cazadores catalanes el domingo acudieron a los campos dañados. Los miembros de la colla del Nen y de Santa María cubrieron la mancha con 35 puestos. Las siete rehalas que batieron el monte de mosaico levantaron más de una treintena de ejemplares, ya que al menos una piara con más de una decena de suidos abandonó el lugar antes de poder cerrar la zona en la que iban a cazar. De los animales vistos, se cazaron ocho jabalíes.

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Tras la batida, los cazadores y sus perros siguieron a los jabalíes para alejarlos de las siembras.

Los cazadores y sus perros siguieron a los cochinos que escaparon del cerco varios kilómetros con la intención de ahuyentar a los suidos de los campos. El agricultor nos ha insistido en que desea mostrar su agradecimiento a las collas participantes en la jornada para controlar los daños de los cultivos. Gracias a la intervención de los cazadores, podrá ver brotar la cosecha.


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