Lo mata a cornadas: un ciervo encelado acaba con su rival de la forma más violenta
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Lo mata a cornadas: un ciervo encelado acaba con su rival de la forma más violenta

La lucha entre dos ciervos machos ha concluido con un claro vencedor. Pero ahí no se detiene la pugna, y el ciervo más fuerte sigue castigando al perdedor.


Lo levanta del suelo haciendo gala de una fuerza descomunal que concentra en sus cuernas. Como si se tratase de un trapo, el ciervo vencedor decide seguir castigando al que ha vencido y se lanza a por su cabeza y cuernas, a pesar de estar tendido en el suelo, herido y exhausto.

Clava sus luchaderas en el vientre del ciervo vencido

A pesar de que intenta levantarse y le vemos patalear con las pocas fuerzas que le quedan, el acoso y los golpes de su contrincante continúa mermando su débil hilo de vida. Las imágenes concluyen con el venado que se ha impuesto repitiendo ataques con sus luchaderas, es decir, con las puntas de sus cuernas que más sobresalen hacia delante.

Estas son las armas más peligrosas con las que cuentan los machos de la especie, y suelen estar terminadas en puntiagudos extremos, que se clavan con facilidad en la carne de sus oponentes, más aún si se trata del vientre, como es el caso.

¿Cuándo se produce la berrea del ciervo?

Los meses de otoño, con el verano recién concluido, son los que llevan a los ciervos a la época de celo. Su sangre comienza a ‘hervir’ con el instinto más básico de todos y que llevará a los machos adultos a pelear por defender sus oportunidades de copular con las hembras de su entorno. Ya a finales del verano, estos machos se reúnen con los grupos de hembras para dejar oír su grave y poderosa voz: la berrea.

En las semanas siguientes, permanecerá muy atento a los berridos de otros ejemplares que se acerquen, y cuando la aproximación se lleve al extremo, es decir, cuando el intruso intente llegar a las hembras de ese territorio, se producirán las violentas luchas como la que vemos en el vídeo.

¿Dónde podemos disfrutar de la berrea y del celo de los venados?

Podemos acercarnos a lugares privilegiados para disfrutar de la visión y los sonidos de la berrea en nuestro país. Quizás uno de los más emblemáticos sea el Parque Nacional de Cabañeros, situado en los Montes de Toledo entre dos provincias castellano-manchegas: Ciudad Real y Toledo.

Pero hay muchas otras ubicaciones a las que acudir para aprovechar la etapa en la que los ciervos abandonan la espesura del monte y se dejan ver en un espectáculo de exhibición de instintos naturales. Aquí te apuntamos algunas de ellas:


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