Cádiz

La íntima amistad entre un hombre y una perdiz salvaje

Daniel Sánchez vive en Gibaldin, en la provincia de Cádiz. Al lado de casa tiene un pequeño olivar que comparte con una inquilina muy especial: una perdiz con la que ha entablado una bonita amistad.


 Amistad entre un hombre y una perdiz salvaje
Amistad entre un hombre y una perdiz salvaje

Una perdiz hembra ha decidido que el olivar que pertenece a Daniel es un inmejorable hogar. Es una zona no cazable, lejos de cualquier peligro y con el alimento básico para cubrir sus necesidades.

Este precioso pájaro lleva allí ya tres años. De vez en cuando desaparece, sobre todo en la época prenupcial, pero el nido lo pone entre aquellos olivos.

Una perdiz salvaje, pero simpática

Este hombre y la perdiz se encuentran habitualmente en este olivar. Daniel se ganó su confianza, a pesar de tratarse de un ejemplar completamente salvaje. Cuando la ve, la perdiz se acerca. Daniel hace lo mismo: se acerca a ella hasta que puede tocarla con la mano. Y esta perdiz disfruta de sus caricias.

La cuida respetando su naturaleza silvestre

Este cazador le pone agua y comida, sobre todo cuando las condiciones climáticas son muy adversas. La cuida sin restarle un ápice de libertad.

La única época en la que tanto la perdiz como Daniel mantienen las distancias es en época de cría. Él respeta su recelo y ella se lo agradece volviendo regularmente al olivar.

Daniel nos envía este vídeo para mostrarnos en imágenes lo que nos ha contado.

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