Cómo viajar con tu equipo fotográfico

La extraordinaria situación de cuarentena y confinamiento por el COVID19 hace que la palabra ‘viajar’ suene distante. Pero cada uno de mis viajes  han empezado a coger forma meses, incluso años antes de llevarlos a cabo, la planificación, recopilación de datos y lecturas son una parte fundamental de la preparación, que además disfruto intensamente. Un viaje empieza con una idea, un pensamiento al que vamos dando forma.


Mi experiencia me ha enseñado que la comodidad es una parte importante. Es habitual pasar horas acarreando una mochila repleta con nuestro equipo fotográfico. Que esta se adapte bien a nuestra morfología y que nos la coloquemos y ajustemos bien es indispensable.

 Mochila fotográfica Sedona Wanderlust y Joan Vendrell
Mochila fotográfica Sedona Wanderlust y Joan Vendrell

Aquí van algunos temas importantes:

  • Cuando levanto mi mochila cargada con todo el equipo, la agarro con dos manos y nunca solo por una de las correas del arnés, de esta manera el peso se reparte y no forzamos en exceso ninguna parte.
  • El peso dentro de la mochila tiene que ir equilibrado, en un paseo de una hora a lo mejor no lo notamos, pero en una jornada completa puede representar quedarnos con la espalda hecha polvo.
  • Una vez la mochila colgada en la espalda aprieto el ajuste lumbar para que el peso recaiga sobre la pelvis y acto seguido tenso el arnés, pero sin pasarme, que aporte estabilidad pero sin cargar peso en exceso sobre los hombros.
  • La cinta del pecho es importante sobre todo en trayectos de montaña en los que podemos necesitas las manos.
  • En ocasiones, si quiero tener la cámara siempre a mano la coloco colgada entre esta cinta y el pecho en posición vertical e igualmente con la correa colgada del cuello (el peso recae sobre la mochila y no se nota en el cuello).
  • Todas las mochilas Vanguard que te tenido vienen con una funda para la lluvia, no tardo en ponerla cuando empieza a chispear porqué si la tela se moja y luego añadimos encima la funda anti lluvia se forma una capa intermedia de humedad, que costará mucho secar.
 Mochila fotográfica Sedona Wanderlust con trípode de espaldas
Mochila fotográfica Sedona Wanderlust con trípode de espaldas

Organización interior: 

  • Aparte de la cámara y los objetivos intento llevar todos los demás accesorios (baterías, filtros, disparadores, limpiadores, etc) dentro de bolsas con cremallera. No me gusta que las cosas queden desperdigadas con el movimiento.
  • En los compartimentos externos, suelo colocar un par de batería extra, mi móvil, cosas a las que necesito acceder rápido.
  • Y en la parte superior ropa extra y comida si es el caso.

ATENCIÓN: Si transporto algún tipo de comida siempre la protejo con al menos dos bolsas de plástico que, aparte de asegurar que no la liemos parda, luego sirven para recoger la basura y volver a casa sin ensuciar el monte. En otras ocasiones me han servido para tapar la cámara.

 Interior Mochila fotográfica Sedona Wanderlust
Interior Mochila fotográfica Sedona Wanderlust

Por seguridad: 

  • Siempre llevo un poncho XXL para protegerme de la lluvia, es de gran tamaño así que me cubre incluso con la mochila.
  • Un par de mantas térmicas de supervivencia.
  • Agua en un recipiente que pueda reutilizar.
  • Una Leatherman con las terminaciones Allen que se adapten a la tornillería de mi trípode Vanguard (si vais a volar recordad que no está permitido).
 Vista superior mochila fotográfica Sedona Wanderlust
Vista superior mochila fotográfica Sedona Wanderlust

Mantenimiento de la mochila: 

  • No la pongo en la lavadora, simplemente agua caliente con un poco de jabón de ropa y la froto para luego dejarla secar a temperatura ambiente.

 

En los aviones: 

  • Yo suelo ir con el modelo Wanderlust, por sus dimensiones cabe incluso debajo del asiento del avión, así que no vais a tener problemas ni en vuelos lowcost.
  • Para pasar por los controles de seguridad, suelo sacar el compartimento de la cámara, en la mochila Wanderlust tiene un cierre con cremallera y una malla que permite ver lo que hay dentro, así no pierdo nada y el agente de seguridad ve que son cámaras. Nunca he tenido problemas. El ordenador, eso sí, fuera en otra bandeja.
  • ¡Ah! y la Leatherman ni de coña en un vuelo, siempre suelo hacer una checking list para evitar estas cosas.

  

Y para finalizar una norma sagrada: mi mochila viene siempre conmigo, si  subo a un taxi, bus, etc., a mis pies, si voy a comer algo, a mis pies y con alguna cinta atada a una pata de la mesa… 

Sé que esto de las mochilas es algo personal, cada uno busca una estética y unas prestaciones, pero al final sirven para lo que sirven y todas, por muy buenas que sean, acaban cediendo al paso del tiempo.

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