La manipulación de cada mes de febrero: «El galgo es el perro que un montón de gente abandona esta semana porque termina la temporada de caza y ya no lo necesitan»

Esta persona es Ángel Martín, ex presentador de La Sexta y Movistar Plus, que se suma a la larga lista de desinformados que repiten el manido y gastado discurso animalista y anticaza cargando contra los cazadores y galgueros.

Pues esta mañana se ha puesto delante de un texto escrito para leer una serie de tonterías que le retratan, como mínimo, de desinformado. Algo que le suele ocurrir, ya que sus discursos apresurados suelen contener rectificaciones de falsedades dichas anteriormente.

La realidad del galgo en España: robos en lugar de abandonos

Esperemos que se corrija pronto y escriba otro texto para leer así de rápido, que eso sí lo hace bien, cómo los cazadores y galgueros denuncian el constante robo de sus perros y cómo dedican todos sus esfuerzos a intentar recuperarlos.

No vamos a incluir el enlace a su discurso mañanero. Pero sí vamos a hablar del verdadero problema que castiga a los galgueros y en igual medida a los propietarios de perros de caza: las mafias de ladrones de perros. Con un poco de suerte, esta gente aprende adónde deben dirigir sus discursos para no quedar como ignorantes.

En nuestro país, desgraciadamente, el galgo es un perro muy cotizado. Eso lleva a verdaderos grupos criminales, así definidos por las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Grupos criminales que roban perros de caza

No, Ángel Martín, el galgo no es el perro que abandonan cazadores cuando ya no les sirven. El galgo es el perro más robado en nuestro país. Los propietarios intentan que no ocurra, pero estos grupos criminales no se detienen ante nada, y de poco sirve que metas a los perros, por la noche, a dormir en verdaderos búnkeres a prueba de todo. Que se lo digan a Diego Muñoz, que diseñó unas instalaciones que creía invulnerables, pero los ladrones consiguieron llevarse sus perros.

¿Y qué ocurre cuando se los llevan?

Siempre lo mismo. Pero de esto no hablan los que cada inicio de febrero intentan contaminar a la sociedad con sus discursos manipulados. Lo que ocurre cuando esos galgos son robados es que les cortan el cuello y les arrancan el microchip. Y, si el galgo ha sido tatuado para que sea más difícil ocultar su procedencia, les cercenan la oreja. ¿No lo crees? Mira la siguiente imagen.

¿Para qué quieren los galgos robados?

Evidentemente, para ponerlos a correr tras las liebres o para venderlos a quienes quieren hacer esto. En la inmensa mayoría de las ocasiones, de manera ilegal. No hablamos de caza, sino de furtivismo. Que las palabras se crean para usarlas de manera precisa. Y solo los que entienden un poco de caza y normativa diferencian una cosa, legal, de otra, al margen de la ley.

¿Por qué aparecen tantos galgos perdidos que los desinformados tachan de abandonados?

No hay que ser un genio para responder a esta pregunta. Un perro que ha sido robado, especialmente con el carácter tímido de la mayoría de los galgos españoles, y que es soltado en un lugar nuevo para él, por alguien que no conoce, lo más lógico que puede ocurrir es que ese perro huya de allí buscando a su verdadero dueño. Y terminan deambulando por arcenes, márgenes de carreteras…

¿Por qué pocos cazadores recuperan a sus perros robados, a pesar de que aparezcan?

En primer lugar, porque les han arrancado los dispositivos que pueden localizar a su propietario. Pero, aún más grave si cabe, porque las manos en las que caen los galgos se organizan, en muchísimos casos, para ocultar ese perro y así evitar que sus dueños los recuperen. Se trata de un proceder anticaza, anticazadores, que prefieren que ese perro pase el resto de sus días en una perrera de metro y medio cuadrado antes de volver junto al galguero que continúa buscándolo. ¿Sigues en actitud incrédula? Mira solo una muestra de esto.

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