«Pasarán meses antes de que el nuevo Reglamento de Armas se publique»

Hace unos días nos sorprendía la noticia de que la Guardia Civil que el borrador del Reglamento de Armas ha sido retirado y sólo se hará una modificación del vigente para adaptarlo a las directrices europeas. Y no nos sorprendía porque no conociéramos la noticia, pues habíamos tenido conocimiento de esto mucho antes, sino porque se hiciera público antes de que algo tan delicado sea oficial.


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Por ello, acudimos a Pedro Morrás, secretario de la Federación Sectorial Armera, que ha sido parte indispensable en el proceso de reacción y protesta ante el borrador del nuevo Reglamento de Armas. Nadie mejor que él para aclararnos lo que está sucediendo y lo que sucederá a partir de ahora.

  Pedro Morrás
Pedro Morrás

Pedro, al haber sido parte activa de la reacción del sector ante el borrador del nuevo Reglamento de Armas, ¿Qué nos puedes decir sobre la situación real y actual del mismo?

—Este proyecto tiene que pasar todavía por muchos trámites antes de ser publicado en el BOE. No me consta la contestación de los diversos ministerios al proyecto, no se ha remitido todavía el Consejo de Estado…

Indudablemente, el panorama hasta que sea promulgado es largo, y me refiero a varios meses. No parece razonable que esto, la publicación, pueda suceder antes del verano y, con la situación política actual, eso es un mundo.

Se ha conseguido el replanteamiento del texto, con una trasposición de la Directiva Europea. Si esto es así, ¿Esto será positivo para el cazador, tirador y aficionado a las armas?

—La transposición de la Directiva es una obligación ineludible. La Directiva, la verdad, es que no es ampliatoria, sino restrictiva de derechos. De lo que se trata es de que, además, no haya nuevas restricciones en el panorama español.

Por otro lado, la Directiva permite a los estados cierta capacidad de maniobra en temas como los cargadores, la situación de los CETMES o el marcado. Estos son aspectos que la Dirección General de la Guardia Civil debiera tratar con el sector, por razones puramente técnicas. 

Los beneficios para los cazadores y tiradores vendrán cuando el Ministerio realmente retome las negociaciones con el sector y que saque adelante los acuerdos ya alcanzados.

¿Esto significa que no se tendrán en cuenta las alegaciones que se han enviado?

—Creo que las alegaciones se tendrán en cuenta, pero es difícil pronosticar cuáles y de qué forma.

El Reglamento de armas necesita ajustar y replantear determinados problemas en su redacción actual. ¿Puedes apuntarnos algunos de estos problemas? Sobre todo, los que más preocupen al sector armero, al cazador y al tirador.

—Hay muchos temas que necesitan un serio cambio. Algunos de los problemas son, entre otros, los siguientes:

  • Eliminación del límite de adquisición de escopetas.
  • Establecer medios para que el que no es ni cazador tirador tenga fácil acceso a la iniciación en el deporte.
  • Evitar la retirada de permisos de armas o licencias de forma desproporcionada, tal y como pasa ahora.
  • Modificaciones en el transporte de armas y municiones.
  • La renovación de las licencias de nuestros mayores, tema este que sí está contemplado en el proyecto de modificación del Reglamento.
  • Ampliación de los cupos de armas que se pueden tener con licencia F. 
  • Favorecer la realización de tiradas eventuales o circunstanciales en terrenos cinegéticos.

En fin, hay muchos temas y podíamos seguir así durante mucho tiempo, pero creo que estos temas evidencian que el sector pide racionalidad y facilidades, sin que haya absolutamente ningún tipo de riesgo de seguridad ciudadana en lo que se demanda.

Si no se atienden las alegaciones del sector, ¿esto nos condenaría a tener que regirnos por un reglamento de armas que sería muy difícil de modificar?

—Efectivamente, el Reglamento de Armas tiene más de 25 años porque no es fácil de reformar. Hay dos fuerzas contrarias alrededor del Reglamento. Una restrictiva empujada por la administración, y otra del sector que plantea mecánicas más favorables para los cazadores, tiradores e industria. Precisamente porque el sector está siendo reivindicativo, estamos evitando que el Reglamento de Armas empeore. Hay que tener en cuenta que nunca hemos pedido cuestiones que pongan en peligro la seguridad ciudadana.

¿Llegaremos a conseguir un Reglamento de Armas acorde con lo que demanda el sector?

—No se puede ser un optimista sin sentido, pero tampoco podemos pensar siempre que no somos capaces de conseguir avances y que la mejora es imposible. Hay que pelear siempre con sentido común y con la mano tendida para llegar a acuerdos con la Dirección General de la Guardia Civil y, en especial, con la ICAE. Personalmente, creo en las posibilidades de diálogo y el entendimiento.

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