El apogeo del celo

Lejos quedan ya los rigores y las consecuencias de las penurias estivales. Por muy mal que la otoñada haya comenzado, los individuos han recuperado fuerzas y es muy diferente la composición de los grupos y las migraciones que éstos hacen entre el sustento diario y el encame. Ahora existe una cuestión por encima del resto en las ocupaciones de los jabalíes: el celo. Un celo que lo condiciona todo y que de alguna manera marca el arranque del ciclo en la especie.


Vacio
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