La ‘caza en lata’ es ilegal en Sudáfrica
Acusan a las granjas de fieras, muy numerosas en Sudáfrica, de criar leones con fines estrictamente comerciales, lejos de su hábitat salvaje natural, para ser acariciados por turistas y, sobre todo, para servir de presa a cazadores aficionados a los trofeos.
En Zoo Lake, en el centro de Johannesburgo, entre 2.000 y 3.000 personas desfilaron a finales de la mañana con grandes imágenes de leones y banderolas en las que se podían leer consignas como
«Salvad a nuestros leones» o
«Criado para ser matado».
En Ciudad del Cabo, el arzobispo Desmond Tutu, de 82 años, héroe de la lucha antiapartheid y defensor de los animales y de la naturaleza, encabezará una marcha similar y hará un rezo por los leones.
Medio centenar de ciudades se unirán a la protesta, de París a Nueva York pasando por Dubái.
El 60% de los leones de Sudáfrica, en torno a unos 5.000, viven en jaulas, criados en decenas de centros de explotación, para luego ser vendidos a los zoos o soltados hambrientos en la naturaleza con el fin de ser cazados, en un hábitat que desconocen por completo y donde sus posibilidades de escapar son mínimas.
Este tipo de caza, denominada en inglés
«canned hunting» o
«caza en lata», es muy lucrativa.
Preocupada, la asociación de cazadores profesionales de Sudáfrica reaccionó de forma preventiva el viernes para evitar confusiones.
«La ‘caza en lata’ es ilegal en Sudáfrica», afirmó, y
«no debe confundirse con las formas de caza legal, responsable y sostenible que tienen un impacto positivo demostrado sobre la preservación de la fauna en Sudáfrica y en otros países».
El turismo de caza aportó en 2012 unos 1.240 millones de rands (unos 83 millones de euros) a la economía sudafricana, según un estudio realizado para la asociación de cazadores profesionales. Un cazador extranjero se gasta de media unos 3.336 dólares (2.400 euros).
