Pena capital para los furtivos

El Secretario del Ministerio de Turismo Najib Balala cree que las condenas establecidas hasta la fecha no son suficientes como medidas disuasorias para frenar el furtivismo.


La Ley de 2013 de Conservación de la Vida Silvestre conlleva la cadena perpetua o una multa de 200.000 dólares para los furtivos. No obstante en 2017 se estimó que los furtivos mataron 69 elefantes y 9 rinocerontes para verde sus colmillos y cuernos, respectivamente, en el mercado negro.

La nueva medida

Como resultado de estas acciones delictivas se ha anunciado una sentencia mucho más fuerte: ahora los cazadores furtivos en Kenia se enfrentarán la pena de muerte.

La medida podría poner el país en conflicto con la Organización de Naciones Unidas (ONU), que se opone severamente a la pena de muerte como condena para cualquier delito, y ha sido criticada por los defensores de los derechos humanos, pero también ha sido celebrada por aquellos que mantienen la esperanza de que esta nueva ley ahuyente a los cazadores furtivos y salve de una vez a las especies de la extinción.

Además el Servicio de Vida Silvestre de Kenia (KWS) planea aumentar el número de fiscales de delitos contra la fauna, hasta catorce, lo que permitirá que estos delincuentes sean procesados adecuadamente. Actualmente solo dos fiscales cubren el país africano.

La medida ha sido posible gracias a la colaboración entre el servicio de la fiscalía nacional de Kenia y la organización de conservación Space for Giants.

Mafias organizadas

El furtivismo en África es el resultado de mafias organizadas que utilizan tecnología y armamento de alta potencia para rastrear y matar a muchos animales, sin ser detectados. Entre los equipos se encuentran gafas de visión nocturna, lanzagranadas, AK-47 y helicópteros de bajo vuelo.

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