Un cazador que se desvive por salvar liebres

José Antonio Mairena tiene 42 años y caza desde que tenía 18. «Siempre me ha gustado mucho cazar liebres, pero también tenerlas y cuidarlas cuando más lo necesitan», explica este hombre, gran amante de los animales y de la actividad cinegética.

Sus mascotas

Ahora mismo tiene dos liebres como mascotas a las que salvó de una muerte segura. Una se la llevó una podenca que la cogió sin dañarla, y ya ha cumplido el año. La otra, se la regaló un amigo tras encontrarla dentro de una hembra preñada que acababa de fallecer. «La crie con jeringuilla y biberón», cuenta José Antonio, que nunca se niega a salvarle la vida a los ejemplares de esta especie que tanto admira: «Si las cuidas bien duran muchos años».

Una herencia de valor incalculable

Este hombre es de un pequeño municipio de Huelva y tiene tres perros. «Antes tenía más, pero la legislación se ha puesto difícil ahora», explica José Antonio Mairena. Aunque su padre no fue cazador, heredó el amor por los animales de sus tíos y se ha criado entre escopetas y perros de caza.

«Tuve galgos y, en cuanto pude, me saqué el permiso de armas. Me gustan todos los tipos de caza, aunque la montería no es algo que me llame la atención», narra este cazador, que acude al campo cada sábado y domingo, siempre que puede.