Defensa de la caza del zorro ante el vídeo viral de la animalista ‘pegada’ al cazador

La situación del zorro en Galicia: una apuesta por la caza sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Los cazadores desmienten los argumentos animalistas con una respuesta consistente que se fundamenta en la caza social y controlada, necesaria para controlar la población de este cánido y garantizar su supervivencia.


 Caza del zorro
Caza del zorro

La caza del zorro es necesaria para la regulación del medio ambiente. Así lo dicen cazadores y profesionales del sector. Florencio Blanco es el presidente de la Unión de Tecores y Cazadores en Galicia (Unitega) y defiende una caza social y controlada. «En época de cría no salimos al campo y tampoco somos partidarios de los campeonatos, porque creemos que, si queremos cazar, sobra tiempo, días y lugares para hacerlo», aclara el presidente y cazador, que defiende su actividad desde un punto de vista ético y cinegético.

El problema a la hora de salir a cazar zorros se produce porque «ahora se aproximan a los pueblos porque buscan la supervivencia, son muy listos», explica Florencio Blanco. Esto hace que sea más difícil capturarlos que hace daños. La población de raposos, nombre que recibe el cánido en Galicia, ha bajado en los últimos años, tal y como constatan desde los tecores gallegos.

La caza del zorro es necesaria

Así lo dice el presidente de Unitega, que defiende la caza del zorro para controlar su población y garantizar su repoblación y supervivencia. Blanco desmiente también la cifra que año tras año proporcionan los animalistas, que en el 2018 cifraban en 12.000 los animales muertos. «Esta cifra es una barbaridad y una equivocación. Además, se matan menos que hace diez años y no suelen acometer tantos daños como los jabalíes, por lo que no hay batidas», sentencia Florencio Blanco.

El zorro es un gran depredador durante todo el año y sus consecuencias como cazador afectan, fundamentalmente, a los conejos y perdices que viven en Galicia. «Si quieres hacer una repoblación tienes que eliminar zorros o resultaría imposible», explica este cazador.

Sobre las críticas animalistas y el acoso a los cazadores, algo persistente y continuo durante los últimos años, Florencio Blanco explica que, estos, «tienen el concepto de que los animales son personas, pero no es así. Merecen todo el respeto y los buenos tratos. Por supuesto, no se pueden maltratar, pero el control poblacional es algo muy serio», defiende este presidente.

El cambio de hábitat que experimentan muchos animales salvajes es otro de los problemas y afecta a la caza. Los montes gallegos, al igual que los del resto de España, han experimentado muchos cambios. «Los animales se acercan a las ciudades porque se sienten seguros y saben que allí no se caza, entonces empieza el problema», narra Blanco.

Desde Unitega reclaman a las administraciones un poco más de confianza. «Tendríamos que decidir nosotros cómo hacer una batida, dónde y cuándo. Pero estamos tutelados y es una frustración, si sales para cazar por daños en una explotación, llegar con las manos vacías y sin nada. Tendrían que autorizar a los tecores a tomar más decisiones», reclama el presidente de la entidad de caza social, firme defensor de la sostenibilidad y del medio ambiente.

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