Un estudio científico demuestra que los perdigones de plomo tienen muy poca o nula incidencia en especies cinegéticas terrestres

Un informe encargado por la Federación Sectorial Española de Armas y Municiones demuestra que la incidencia de la munición de plomo en especies cinegéticas es ‘muy baja’, ‘irrelevante’. Los resultados que arroja la investigación rebaten de manera científica las presiones que está sufriendo el sector cinegético ante críticas, acusaciones, informes no contrastados e incluso la amenaza de normativas prohibicionistas.


 Munición de plomo para la caza
Munición de plomo para la caza

 Munición de plomo para la caza
 Munición de plomo para la caza
 Munición de plomo para la caza

La investigación ha sido encargada por la FSA, que ha costeado la totalidad de esta, pero ha sido llevada a cabo de manera totalmente objetiva e independiente por dos universidades, la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y otro con la Universidad de Murcia, que a su vez establecieron un convenio de colaboración con Ingenieros de Montes, encargados de los trabajos de campo.

Se convierte en la de mayor magnitud, en cuanto a muestras analizadas y zonas consideradas, de las que se han realizado en nuestro país.

Con los resultados del estudio, tenemos constancia de una incidencia muy baja ocasionada por la munición de plomo sobre especies cinegéticas no acuáticas. Pero, a partir de los datos obtenidos y tras la investigación realizada, la FSA está convencida de que, si se analizan animales abatidos con munición libre de plomo, los resultados serían aún menores vistos anteriormente se situarían por debajo del 1 %, lo que indicaría que la munición de plomo empleada para la caza menor supone un riesgo nulo en el estado de conservación de las poblaciones estudiadas.

Estas son las principales conclusiones de un estudio que derrumba acciones de presión llevadas a cabo de manera constante en los últimos años por grupos ecologistas, que han ido publicando artículos sin base científica, e incluso de organizaciones que han publicado informes que ahora han sido totalmente rebatidos gracias al trabajo encargado por la FSA. Estas acciones han llevado a Administraciones a emprender caminos prohibicionistas, que ahora tendrán que replantearse.

La presión sobre el sector cinegético era tan abrumadora, sobre todo en los últimos años, que esta investigación responde a ALGO TOTALMENTE NECESARIO, motivo por el cual la Federación Sectorial Española de Armas y Municiones ha decidido mover ficha.

Presiones sufridas por el sector

Administraciones. En Murcia, la directora general de Medio Natural, Consuelo Rosauro, había manifestado en varias ocasiones que su intención es «incluir la prohibición de la munición con plomo en la orden de vedas para el ejercicio 2020/2021». Siempre aludiendo a una caza más ética y responsable con el medio

Del mismo modo, el Gobierno de Aragón sorprendió a principios de año con la decisión de estudiar la prohibición del uso de munición de plomo para cazar. Desarrolla en la reserva de Ejulve un programa de seguimiento para analizar los efectos de la ingesta de perdigones esparcidos por el suelo o incrustados en los cadáveres de piezas abatidas. La Consejería de Desarrollo Rural se planteó vetar el empleo de perdigones y balas de plomo durante dos años en los cotos sociales y reservas que gestiona la comunidad.

Ecologistas. Tenemos el caso recurrente de Galicia, apoyado en crear alarmismo y en la manipulación de datos de estudios, con la asociación animalista Libera y la fundación Franz Weber pidiendo de manera recurrente la prohibición del plomo utilizado como munición para la caza en Galicia. En sus comunicados, aventuran, de nuevo sin base científica, que la caza emite cada año«varias toneladas de plomo en el medio natural»y que este material contaminante«constituye un riesgo para los recursos hídricos y la fauna silvestre e incluso el ganado, que puede ingerir accidentalmente los perdigones desperdigados por los campos".

A su vez, en Jaén encontramos el caso de la medidas para proteger al quebrantahuesos de la práctica de la caza y la intoxicación por plomo, un convenio firmado por la Fundación Gypaetus y la Fundación Amigos del Águila Imperial, el Lince Ibérico y los Espacios Naturales Privados (FAAI que destacaba una lucha «contra la práctica del plumbismo y la intoxicación por plomo de la especie del Quebrantahuesos», señalando que «las principales amenazas en la actualidad del quebrantahuesos son el uso ilegal de cebos envenenados y el plumbismo, que han sido hasta ahora las principales causas de mortalidad no natural de esta especie en Andalucía». Y lo hacían, de nuevo, sin nada que lo respaldase.

Informes. Por ejemplo, el publicado por ECHA (Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos), que concluía los análisis habían mostrado que el contenido medio de plomo en las piezas de caza –grandes y pequeñas– excedían los límites generales establecidos por la Unión Europea", y exponía las necesidades para que se adoptasen medidas al objeto de regular el uso de municiones de plomo tanto en humedales como en ambientes terrestres.

Ahora sí hay un estudio científico

La Federación Sectorial Española de Armas y Municiones ha decidido mover ficha y poner remedio a ese vacío científico ante la necesidad de conocer con mayor detalle la incidencia de la munición de plomo en las aves no rapaces en el medio terrestre. El resultado es este estudio: Incidencia y repercusión sobre las aves cinegéticas no acuáticas por aporte de perdigones de plomo al medio terrestre.

Negativa de la Administración a colaborar en el presupuesto

La FSA presentó durante 3 años seguidos (2016, 2017 y 2018) a la Fundación Biodiversidad, dependiente entonces del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, un proyecto de cara a la concesión de ayudas en régimen de concurrencia competitiva, pero la FB no accedió a incluir el proyecto dentro de los que financia aduciendo a la condición de no ser estratégicos a pesar de contar con más de 30 cartas de apoyo.

Entre ellas la de la Subdirección General de Silvicultura y Montes del MAPAMA, la de la Dirección General del Medio Natural de la Junta de Castilla y León, la de la Dirección General de Política Forestal y Espacios Naturales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la de la Dirección General de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Canarias, la del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (CSIC-UCLM-JCCM), etc.

Esto no detuvo a la FSA, que decidió poner manos a la obra y completar el proyecto. Marcaron 3 ambiciosos objetivos.

• Muestrear la mayor cantidad de especies cinegéticas susceptibles de ingerir perdigones de plomo (como gastrolito o por confusión con alimento).

• Muestrear en un ámbito territorial importante y bajo diferentes variables: época de muestreo, tipo de método de muestreo, condición del espacio a muestrear (figuras de protección asociadas al territorio), intensidad de caza…

• Analizar un gran número de variables de cada una de las muestras: contenido de los buches, contenido de las mollejas, contenido de los intestinos, concentración de plomo en hígado y concentración de plomo en riñón (sólo en caso de dudas).

La investigación más relevante en este campo

Tenemos que tomar conciencia de que estamos ante la investigación de mayor magnitud en este campo a nivel nacional, y uno de los más relevantes de Europa. Esto se refrenda si atendemos a los números que presiden las acciones que se han llevado a cabo durante la investigación: se han tomado 530 muestras de 7 especies cinegéticas en 9 provincias de 6 comunidades autónomas diferentes. Finalmente se eliminaron de la muestra las 26 especies procedentes de granja, por lo que el número total de muestras es de 504.

Resultados

-Se ha encontrado que para las 504 muestras procesadas existen sospechas en un 1,19 % en buche y en un 1,98 % en intestinos respectivamente.

Concentración de plomo en hígado y riñón:

• 3,8 % de ejemplares sospechosos (valor límite 0,65 ppm peso fresco)

• 3,0 % de ejemplares sospechosos (valor límite 1,5 ppm peso fresco)

El valor límite de 0,65 ppm de concentración hepática de plomo a los efectos es el más garantista (que no la que mejor se pueda ajustar a la realidad de las poblaciones).

A lo anterior cabe añadir que la concentración hepática mediana de plomo en las aves cinegéticas estudiadas (n=530 / 0,064 ppm) es diez veces inferior a la concentración umbral de exposición ambiental descrita (0,65 ppm).

Comparando estos resultados con otros estudios publicados, se subraya que los obtenidos por esta investigación son significativamente inferiores a los realizados anteriormente:

Autor/es País Especie Muestras Porcentaje > 0,65 ppm
DeMent et al. 1987 EE.UU. Paloma bravía 5 80,00 %
Soler et al. 2004 España Perdiz roja 7 28,57 %
Richard et al. 2015 EE.UU. Perdiz chukar 121 9,92 %
FSA España Varias 530 4,53 %

Hipótesis para un nuevo trabajo

A pesar de haber resultado unos valores muy bajos, estos podrían haber sido aún menores por varias razones:

1. Determinar la presencia de perdigones de plomo en buche, molleja e intestino o de las concentraciones tisulares de plomo en diferentes órganos (hígado y riñón), cuando las muestras se han obtenido mediante disparo con munición de plomo, parece conllevar dudas de interpretación en los resultados.

2. Abatir las piezas sujetas a estudio con munición de plomo puede haber elevado ciertos porcentajes obtenidos por presencia de perdigones de plomo «sospechosos» de haber sido ingeridos, en buche, molleja e intestinos. En el caso de las mollejas, aun siendo un órgano mucho más fiable que el buche o intestinos, está sujeto a posibles errores como que a través del proventrículo se pueda introducir algún perdigón en el interior de la misma a causa del disparo.

3. En cuanto a las concentraciones tisulares, en algunos casos existen dudas que hacen razonadamente pensar que algunas muestras han podido ser contaminadas por el propio método de muestreo empleado en el estudio, siendo además congruente con la bibliografía científica.

4. No se debe descartar un muestreo (menos piezas y localizado) con munición libre de plomo en especies diana (sugeridas en el Informe) para determinar la posible contaminación. Siendo además de interés en el caso de aparición de algún ejemplar con valores tisulares de plomo elevados, el análisis de isótopos estables para intentar discriminar entre Pb procedente de munición y fuentes naturales o de otros tipos de contaminación.

En este sentido, la FSA está convencida de que los resultados se situarían por debajo del 1%, lo que indicaría que la munición de plomo empleada para la caza menor supone un riesgo nulo en el estado de conservación de las poblaciones estudiadas.

Muy poca o nula incidencia: esto destruye el principio de precaución

Bajo las anteriores premisas, se puede afirmar que el aporte de perdigones de plomo al medio terrestre tiene muy poca (en la mayoría de los casos nula) incidencia o repercusión sobre las aves cinegéticas no acuáticas.

A través del Estudio realizado por la Federación Sectorial Española de Armas y Municiones, el famoso Principio de Precaución, adoptado por resolución tomada por el Consejo Europeo en diciembre del 2000 en Niza, según el cual: «En caso de amenaza para el medio ambiente, y en una situación de incertidumbre científica, deben tomarse las medidas apropiadas para prevenir el daño», debe desecharse al despejarse la incertidumbre científica.

En este estudio se demuestra y expone claramente el bajo nivel de riesgo existente por el empleo de perdigón de plomo y su repercusión en las aves cinegéticas, anulando la incertidumbre científica y, por lo tanto, la inconveniencia de aplicar el Principio de Precaución.

En cualquier caso y por si aún no fuera suficiente, la apreciación política que determine el nivel de protección buscado y la necesidad de que las medidas aplicadas deban, cuando es posible la elección, representar las soluciones menos restrictivas para los intercambios comerciales, respetar el principio de proporcionalidad teniendo en cuenta riesgos a corto y a largo plazo, y por último ser reexaminadas frecuentemente de acuerdo con la evolución de los conocimientos científicos.

Así pues, una vez realizado el Informe se puede determinar con certeza el nivel máximo de riesgo (los porcentajes arrojados se han obtenido bajo premisas tremendamente garantistas), eliminando la incertidumbre y, por lo tanto, no tendría sentido alguno la aplicación de dicho principio.

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