Este perro sobrevivió al ataque del lobo mientras cazaba

Se llama Fari. Es su segundo año de vida, y ya puede presumir de haber sobrevivido al feroz ataque del lobo. Este perro iba tras el rastro del jabalí cuando se topó con este peligroso predador. Si no hubiera sido por la rápida intervención de su propietario, hoy no seguiría cazando en los montes de Lugo junto a él.


 Sobrevivió al ataque del lobo
Sobrevivió al ataque del lobo

 Sobrevivió al ataque del lobo
 Sobrevivió al ataque del lobo
 Sobrevivió al ataque del lobo

José Manuel es el cazador que vivió junto a Fari esta terrible situación. Ha querido compartirlo con Club de Caza para denunciar la situación que la gente del campo vive en la zona, donde el lobo ha vivido una elevada expansión en los últimos años:

«Sucedió en octubre. Estábamos cazando en Froxan, Folgoso de Caurel. Habíamos cortado el rastro de un jabalí.  Al volver, los perros cortaron otro rastro. Hasta ese momento se trataba de una jornada de caza normal, como cualquier otra.

»Pero en el segundo rastro con el que dieron los perros, todo se torció. Cuando los solté, al poco tiempo comencé a escuchar unos ruidos que me recordaban cuando los perros riñen entre por algo entre ellos. Uno no paraba de ladrar mientras el otro hacía ruidos de lucha, gruñidos.

El lobo atacó en pocos minutos

»Entonces yo me apresuré y corrí hacia los sonidos de aquella batalla. Cuando llegué, encontré a mi perro Fari mal herido. Tenía la pata delantera izquierda, el cuello y la oreja desgarrados. Sangraba y tenía la pata delantera muy inflamada.

»Allí vi la cama del lobo, pero no llegué a verlo por poco, aunque uno de mis compañeros sí lo vio alejándose corriendo de la zona. Ese lobo atacó al perro en pocos minutos, y estando yo bastante cerca.

»Llevé a Fari al veterinario de inmediato, y le dije que le miraran bien esa pata. Una radiografía nos confirmó que la tenía fracturada.

El perro se ha recuperado

»Después del ataque tuvimos al perro a cuerpo de rey. Le cuidábamos cada día hasta que pudo recuperarse del todo. Teníamos que hacerle curas a diario, además de darle los medicamentos te recetó el veterinario.

»A día de hoy el perro está al cien por cien, no cojea, puede correr, puede cazar y no acusa ningún tipo de secuela de aquella lesión.

»Tampoco ha cogido miedo al campo. La afición por la caza de este ejemplar está a prueba de todo, incluso del ataque de un lobo».

No es la primera vez que sucede esto

José Manuel nos cuenta que no es la primera vez que en su zona los lobos han atacado a los perros de la cuadrilla. Desgraciadamente, en aquella ocasión el perro tuvo peor suerte. Este cazador nos lo cuenta: «Sucedió hace dos años. Uno de sus compañeros estaba cazando con sus perros y el lobo tardo 40 minutos en devorar completamente a uno de ellos. Un compañero que estaba apostado vio pasar al perro por delante de él tras el rastro de los corzos. Poco más de media hora después, lo encontraron gracias a la señal del collar GPS. Además de la cabeza, los huesos y el collar, no quedaba nada de ese perro».

Un problema muy grave con el lobo

Fary es un ejemplar joven que el 16 de abril cumplirá 2 años. Es un cruzado de sabueso y grifón, pero es prácticamente un sabueso. Cuando le sucedió esto estaba prácticamente comenzando a cazar: «Lo había sacado con poco más de seis meses para que supiera lo que es el campo e ir aprendiendo los perros más experimentados, pero el comienzo de esta temporada fue también su inicio en la caza».

José Manuel nos dice que, dentro de lo malo ha tenido mucha suerte porque lo que le sucedió a Fari ha quedado todo en un susto. Pero el problema del lobo es muy grave. Parece que han aprendido a atacar a los cazadores esperando el momento justo en el que pueden hacerlo cuando se alejan de las armas.

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