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Varias liebres copulan con otra atropellada y muerta en una carretera

El celo en estos ejemplares de liebre es tan intenso que las lleva a copular con una hembra que ha sido atropellada por un vehículo. En este artículo te hablamos de este y otros comportamientos extraños que protagonizan algunas liebres durante la época reproductiva.


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 Liebres copulando con atropellada y muerta
Liebres copulando con atropellada y muerta

Las imágenes circulan por redes sociales despertando el asombro de todo aquel que las ve. No es para menos, puesto que resulta muy chocante presenciar cómo estos animales practican la necrofilia cegados por la intensidad del celo.

Copular con una hembra muerta: la ceguera del celo de las liebres

A pesar de haber sido atropellada y haber muerto por ello, la hembra de liebre, en celo, atrae a varios machos que incluso llegan a pelear para ser el que practique la cópula con ella. Los juegos de seducción han llevado a los animales a pisar el asfalto. Y esto ha acabado de manera fatal para la hembra. Cuando suceden estas situaciones, los sentidos de estos animales están enfocados a las nupcias, y todo lo demás queda en un segundo plano.

Por esta razón, no resulta extraño poder disfrutar en primera fila de escenas similares en las que numerosas liebres intentan ganarse la aceptación de la hembra receptiva.

Superfetación: el milagro de la reproducción de las liebres

Cuando una especie animal se encuentra en la parte más baja de la pirámide alimenticia de la naturaleza, su organismo, aliado con la evolución, desarrolla adaptaciones encaminadas a intentar asegurar el éxito en la perpetuación de la especie. Uno de los casos más llamativos lo encarna la superfetación.

Consiste en que cuando la hembra queda preñada, su cuerpo es capaz de retener los espermatozoides del macho sin avanzar en el estado de gestación. Esto permite que, estando preñadas, pueden continuar con la actividad sexual al no interrumpir la producción de óvulos, por lo que podrían ser cubiertas de nuevo por otros machos antes del parto. Lo sorprendente de esto es que la hembra puede llevar de manera simultánea fetos muy desarrollados y, además, embriones su una fase inicial de desarrollo.

¿Cuándo es el celo de las liebres?

Suelen parir varias veces al año, con un periodo de celo amplio que abarca entre enero y octubre, con alguna posible variación en función de la zona y el clima que impere en ella, llegando, en condiciones óptimas, a ampliarse este periodo durante todo el año.

Debido a la superfetación y a esto último, las liebres, que pueden protagonizar entre tres y cuatro partos al año, son capaces de llegar a siete camadas en un año, con entre una y cinco crías en cada uno de ellos.

¿Por qué pelean o boxean las liebres?

¿Cómo podemos diferenciar una hembra en celo? Lo más obvio es que esta hembra estará rodeada de machos que intentarán montarla sin descanso. La hembra se defenderá ‘boxeando’ con los pretendientes. Erguida sobre sus patas traseras, usará las delanteras para golpear la cabeza de aquellos ejemplares que no sean dignos de reproducirse con ella.

¿Se puede diferenciar un macho de una hembra de liebre?

En uno de los viajes cinegéticos vividos por el que escribe, concretamente en Bélgica, disfrutamos de una jornada de caza de faisanes y liebres. Allí los responsables del acotado establecieron unas normas y recomendaciones antes de dar por comenzada la caza. La primera es que no se dispararía sobre faisanes hembra. Todo bien hasta el momento, puesto que el dimorfismo sexual en la especie no es difícil de distinguir. Lo realmente novedoso fue que dijeron lo mismo para las liebres.

Para explicárnoslo a los que detectaron una cara de enorme asombro, expusieron que la hembra, sobre todo la gestante, algo que puede suceder durante todo el año, como acabamos de comprobar, suele describir una trayectoria circular cuando es levantada de la cama. Además, se resisten más a abandonar el encame que los machos.

También hay quien asegura que cuando esto sucede y la rabona comienza a correr, es hembra si lleva las orejas tendidas sobre la cabeza y el cuerpo. Pero esto no es algo irrefutable, solo consejos de cazador añejo.

¿Puede una liebre intentar copular con animales de otra especie?

No solo puede, sino que lo hemos podido ver. Aunque no se ha producido en un ambiente natural, sino con un ejemplar macho criado en cautividad, por lo que todo queda desnaturalizado. No te pierdas el vídeo en el que un joven perro sufre el acoso de la liebre, que intenta montarlo repetidamente.

Pulsa en la imagen para verlo:

No te lo pierdas

Si no has tenido la suerte de ver con tus propios ojos los juegos prenupciales de las liebres, no te preocupes, Club de Caza te brinda la oportunidad con un precioso vídeo que recoge este espectáculo de la naturaleza.

Pulsa en la imagen para verlo:

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