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Gorriones educados que esperan su turno en la fila para recibir alimento

Uno a uno, con un orden que sorprende, estos gorriones esperan su turno para recibir una semilla que les va ofreciendo una persona.


 gorriones esperan su turno para recibir alimento
gorriones esperan su turno para recibir alimento

Impacta comprobar cómo los pájaros esperan a que los que han llegado antes reciban su semilla y abandonen la fila hasta que les toca a ellos. Damos la enhorabuena al autor del vídeo: Antonello Dellanotte.

Se trata de gorriones, una aves muy numerosas en este entorno natural de la capital de España. Estamos en el Parque del Buen Retiro, en Madrid. Allí los pájaros están muy acostumbrados a que los visitantes y vecinos de este pulmón verde madrileño les lleven comida.

A la paloma, no

Muchos usuarios han criticado a la persona que alimenta los gorriones por detener la grabación cuando le llega la vez a la paloma, que ha esperado pacientemente su turno y no se ha quejado incluso cuando varios gorriones se han ‘colado’. Pero todos ellos deben saber que alimentar a las palomas en Madrid, como en casi todas las ciudades españolas, está prohibido.

¿Por qué se prohíbe alimentar a las palomas?

Además de suponer un grave riesgo para la salud humana, ya que las palomas urbanas pueden ser portadoras de enfermedades como la histoplasmosis, la salmonelosis y la criptococosis, la proliferación de sus poblaciones y la contaminación que producen en muchos puntos urbanos ha llevado a multitud de ayuntamientos a penalizar a los que aún siguen llevando comida a estas aves. Hemos encontrado casos de multas que pueden alcanzar los 750 euros.

Pero hay condenas mucho más severas para los que reinciden en esta práctica ilegal. Una vecina fue denunciada por su comunidad de vecinos por negarse a dejar de alimentar a palomas y gorriones. Lo hacía constantemente, lo que habituó a las aves a acudir al lugar, ocasionando desperfectos en el bloque de viviendas. Fue llevada a juicio y se le prohibió hacer uso de su propia vivienda durante un año. También debió indemnizar al resto de vecinos propietarios con 1.363 euros por los daños ocasionados por los animales.

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