Australia

Pescar en cualquier sitio es posible

La pasión por la pesca no tiene límites. Un operario de una zona portuaria aprovecha un momento de asueto para practicar la mayor de sus pasiones.



El pescador, con un sencillo equipo de pesca compuesto por unos metros de sedal, anzuelo y plomada, es capaz de capturar dos peces de buen tamaño en un agujero que hay perforado en el asfalto.

Todo momento es bueno para pescar

Estas imágenes han sido grabadas en una zona portuaria del continente australiano. En ellas podemos ver cómo un operario, de una empresa de logística, C3 Complete Cargo Care, fundada en 1950 con una carga de trabajo de 16 millones de toneladas al año, aprovecha el momento en el que no tiene que conducir su vehículo industrial para probar suerte lanzando un sedal en un orificio realizado en el asfalto que permite el acceso al mar.

Con gran pericia introduce el hilo provisto de una plomada y anzuelo cebado con un trozo de pez en el angosto agujero. Junto a él hay situado un cubo de color blanco con una tapa del mismo color. Los movimientos del recipiente delatan la presencia en su interior de algún pez que acaba de capturar.

Los peces pican el anzuelo

Nada más entrar el cebo en el agua se producen varias picadas. El oportuno tirón del hilo por parte del pescador no logra atrapar a ningún pez. Iza el sedal para comprobar si los peces han devorado el cebo. Una vez vuelto a poner un trozo de pescado en el anzuelo prueba suerte de nuevo. En esta ocasión, la fortuna le sonríe y captura un pez de mediano tamaño que saca del mar por la oquedad. La habilidad del pescador permite el éxito del lance ya que su dimensión es similar a la del agujero.

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