Caza de perdices con pointer inglés, en vídeo
Un pointer inglés muestra en la espesura ante un bando de perdices. El cazador dispara ante la arrancada del bando y el can culmina el lance a la perfección con un espectacular cobro.
Con lances como este sueñan los apasionados a la caza de la perdiz al salto. El perro ha recibido las emanaciones desprendidas por un bando de perdices ocultas en la vegetación.
Un lance perfecto ante las perdices
El estruendo del batir de sus alas al irrumpir de la maleza no sorprende al cazador. Espera el momento idóneo para apretar el gatillo y derribar a unas de aves que forman parte del bando, pese a la dificultad del disparo. En cuanto la perdiz cae al suelo, el pointer se lanza en su búsqueda. Después de un minuto entre la maleza, aparece con el ave. Momento único. Orgullo de todo cazador capaz de dibujar una sonrisa en su rostro, por muy gris que haya sido su semana.
La importancia del cobro de las piezas abatidas
Una de las misiones de mayor relevancia para el perro de caza recae en la recuperación de las piezas abatidas por el cazador. Por muy complicado que resulte, un buen perro no dejará en el campo animal alguno muerto o herido.
Un perro cobrador en el caso de la caza a puesto fijo, palomas torcaces, zorzales, acuáticas o perdices en ojeo, entre otras modalidades, debe mantener el control y solo salir en busca de la pieza cuando se lo ordene el cazador. Se mantendrá impasible en el apostadero únicamente pendiente de el paso de las aves y los disparos para marcar, proceso de ver a un pájaro o varias aves caer fruto de los disparos,
el lugar donde han sido derribadas sin necesitar auxilio del cazador para su recuperación.
En el caso de los perros de caza al salto, es muy importante que estén dotados de un fino olfato para seguir el rastro de las piezas heridas, tanto de pelo como de pluma.
En ambos casos, si no han podido ver dónde cayó el animal abatido o desconocen el lugar en el que se efectuó el disparo, sobre todo conejos en espesura, seguirán ciegamente las indicaciones del cazador, algo denominado recobro ciego.
A la hora de realizar el cobro es muy importante enseñar al perro a no estropear la carne de las piezas de caza, algo que puede ser habitual en perros jóvenes.
El culmen del cobro es la entrega del ave, conejo o liebre al cazador en su mano o dejarla en sus pies, en función de la demanda que este efectúe al can.
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El cobro de este pointer a una perdiz te dejará sin palabras
Una perdiz herida se refugia en el tubo de una acequia. Pero eso no es problema para este pointer inglés. Este perro de caza completa un cobro de bandera.
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Nada detiene a esta perra de caza a la hora de cobrar una pieza
Es capaz de trepar por una alambrada, penetrar en la zarza más tupida o hacer lo que sea necesario para llegar hasta el zorzal abatido. Esta hembra de epagneul breton es infalible en la caza.
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