Ciudad Real

30 años de rehalero en el corazón de la montería

Un rehalero ciudadrealeño cumple esta temporada 30 años en el corazón de la montería junto a sus perros y lo quiere compartir con el resto de cazadores.


 rehalero podencos
rehalero podencos

Rehalero desde que obtuvo la licencia de caza con tan sólo 14 años, a esa edad dirigió por primera vez una de las cuadrillas de perros su padre, propietario de la Rehala de Pedro Tamaral, compuesta por perros fruto del cruce de Valduezas y mastines.

Toda una vida en el corazón de la montería

Pedro Tamaral es un perrero de Fuencaliente, localidad de gran tradición montera situada al suroeste de la provincia de Ciudad Real y cerca del límite con las provincias de Córdoba y Jaén. Tras 30 años cazando junto a sus perros, celebra esta efeméride con Club de Caza. En la actualidad es propietario, junto a su socio Luís Ángel Gómez, de las rehalas L. A.

Los perros que forman parte del equipo de este experimentado rehalero son cruces de las razas Valdueza con mastín, en un claro homenaje a los perros que antaño tenía su padre. Pero ha añadido grifones con podenco andaluz y alanos españoles.

La temporada en la que ha celebrado sus 30 años de rehalero, pese a la pandemia que hemos sufrido, ha batido el récord, con el número de 48 monterías en las que ha participado en un sólo año.

Duras luchas junto a sus perros ante jabalíes de impresionantes navajas

Las vitrinas del cazador cuentan con una innumerable cantidad de notables bocas, todas ellas fruto del trabajo de sus bravos perros. Guarda un especial recuerdo de la de un jabalí medalla de oro que agarraron sus perros en diciembre del año 2020 en una montería celebrada en abierto en una finca del municipio cordobés de Hornachuelos, situado en la falda de Sierra Morena, en la comarca del Valle Medio del Guadalquivir.

El rehalero nos cuenta que tampoco podrá olvidar un jabalí medallable que desafió a los canes durante toda la montería celebrada en una finca de Posadas, municipio cordobés ubicado en la comarca del Valle Medio del Guadalquivir. Los despistó en varias ocasiones hasta que finalmente se produjo el agarre y pudo ser abatido.

En una ocasión, sus perros también pudieron dar caza a un gran venado, medalla de plata, en abierto en el municipio de Brazatortas, situado en la provincia de Ciudad Real. Lo apretado del monte permitió su captura, ya que no podía desplazarse con facilidad, permitiendo a los perros que pudieran atraparlo.

Morante, el perro que ha marcado la vida del rehalero

Entre todos los perros que han compartido con él su trayectoria cinegética, no podrá olvidar jamás a Morante, un podenco de portentoso olfato y con gran pasión por la caza del jabalí. Su desmesurada afición por la caza propició que en una ocasión desapareciera durante un mes después de la celebración de una cacería. Gracias al amor del rehalero por sus perros, pudo ser recuperado, ya que no cesó en su búsqueda hasta lo encontró. Cuando Morante volvió junto a él estaba visiblemente más delgado y presentaba múltiples heridas de sus contiendas con los jabalíes.


Morante después de un mes perdido.

El rehalero quiere reivindicar el papel protagonista de la rehala en la montería española y solicita que sea reconocido su trabajo por parte de los monteros, ya que sin su participación nada sería posible.

Rehalas L.A.: 677 259 042 / 667 455 751

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