Cádiz

Una niña de 4 años se desvive por salvar los pollos de un ave protegida: el verdadero animalismo

Un agricultor pasó por encima de un nido de calandria. Se dio cuenta cuando ya había sucedido. Entonces recordó que conoce a una niña que podría intentar salvar a los pollos, que habían sobrevivido. Aroa aceptó el reto.



Una niña de tan solo cuatro años salva la vida de tres polluelos de una especie protegida cuyo nido fue destruido accidentalmente por un tractor mientras labraba la tierra. El agricultor después de percatarse del estropicio causado, recogió a las aves y se las entregó a un cazador para que su hija tratara de sacarlas adelante.

Una futura cazadora comprometida con el medio ambiente

Aroa es hija de un cazador, Agustín Ramírez, de la localidad gaditana de Arcos de la Frontera, municipio más poblado de la comarca de Sierra de Cádiz y también el más extenso situado entre la Campiña Jerezana y la Serranía. Esta niña cuenta con tan sólo cuatro años de edad y su pasión por la caza y la naturaleza va en aumento conforme va creciendo, ya que desde los dos años y medio acompaña a su padre en los campeos de sus podencos y en sus paseos diarios por los terrenos del acotado que gestiona.

 niña cuida calandrias
niña cuida calandrias

Alba alimentando a los pollos de calandria con una jeringa.

Salva conejos y liebres de morir de la mixomatosis

El compromiso con el medio ambiente y su responsabilidad con los animales que lo pueblan, valores que le ha inculcado su padre, al igual que a este le transmitió su abuelo, le llevan a cuidar de animales enfermos, conejos y liebres, como pudimos ver en el artículo que le dedicó Club de Caza en julio del año 2019, cuando contaba solamente con dos años y medio. Allí pudimos comprobar cómo mimaba y alimentaba a un conejo rescatado por su padre que era víctima de la mixomatosis. En el transcurso de esa entrevista, su padre Agustín decía lo siguiente repleto de orgullo:

«Siempre que voy al campo, ella viene conmigo a pesar de lo pequeña que es. Tiene mucha afición por al campo y los perros»

Puedes ver los detalles de esta preciosa historia pulsando en la siguiente image:

Alimentar a las aves cuando sale de la guardería

Por las tardes, después de salir de la guardería, Alba se apresura para cuidar y alimentar a estos tres ejemplares de calandria común, ave protegida por la normativa y considerada 'de interés especial' en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Su intención es devolverlas a su medio natural.

Los polluelos, que llegaron a sus manos hace once días después de haber sido accidentalmente destruido su nido mientras un agricultor labraba la tierra para sembrar girasoles. Tienen que ser alimentos cada hora con una jeringa con papilla de cría de aves insectívoras. La futura cazadora no se separa de los polluelos durante toda la tarde y cada día está deseando llegar a casa para verlos.

Conoce a la calandria común

La calandria común es una especie de ave passeriforme que pertenece a la familia de los aláudidos, que incluye a las alondras, las terreras, las calandrias y cogujadas. Se caracterizan por su plumaje blanco en su vientre y una zona negra en el cuello, siendo el resto de su plumaje de tonos parduzcos similar en ambos sexos.

Alcanzan en estado adulto un peso de 80 gramos y una longitud de 25 a 27 centímetros. Estamos ante una especie típicamente mediterránea de hábitos diurnos que podemos encontrar en estado salvaje en Andalucía y en toda la España cerealista. Está prácticamente extinta en el norte del país y Galicia. Podemos encontrar poblaciones estables en el resto de Europa en el sudeste de Francia, Cerdeña, mitad sur de Italia, Balcanes hasta el sur del Cáucaso.

Se alimenta principalmente de insectos, larvas, lombrices y de alimentos de origen vegetal como frutos.

No te lo pierdas

Así se enseña el respeto por los animales: «las perdices no se deben tocar, hija»

Agustín Ramírez conduce su coche por un camino. De repente, una perdiz seguida de una docena de perdigones les regalan una preciosa escena a él y a su hijas. Una de las pequeñas, maravillada con la visión de las aves, le dice a su padre que quiere tocarlas.

Pulsa en la imagen para ver el vídeo:

Un milagro antes de Navidad: la hija de un cazador recupera su podenca robada hace seis meses

Tras cinco meses de infructuosa búsqueda, Agustín y su hija Aroa, de tres añitos, lograron reencontrarse con su podenca Blanqui, que había sido sustraída de su vivienda el pasado mes de junio.

Pulsa en la imagen para ver el vídeo:

Comparte este artículo

Publicidad