Un águila real irrumpe en una pelea entre dos urogallos
Los urogallos están totalmente encelados. Tanto, que cuando un águila real aparece atrapando con sus garras a uno de ellos, el otro se enfrenta a la gran rapaz. Esto se convierte en su sentencia de muerte.
Podría haber huido cuando uno de los depredadores más letales cayó sobre su oponente. Pero este urogallo está completamente cegado por el celo.
Una lucha territorial interrumpida por la rapaz
Dos grandes machos de urogallo pelean por el territorio y por las hembras que en él habitan. Estas aves forestales y de montaña pueden alcanzar hasta 6 kilos de peso. Se enfrentan en una lucha más psicológica que física. Ambos contendientes están tan centrados en su oponente que no se percatan del peligro que está a punto de caer sobre ellos.
También conocido como gallo de monte, cuando llega la época cumbre del celo, protagonizando los cantos nupciales, pierden el sentido del oído. Pero este macho parece haberse vuelto muy miope también. Cuando el macho de águila real se abalanza sobre el ejemplar con el que pelea, este, lejos de asustarse, se apresura a, desde la típica pose amenazante, con todas sus plumas hinchadas y totalmente erguido, echarse sobre la peligrosa rapaz.
Esto se convierte en un grave error, puesto que la fuerza y la letalidad del águila consiguen, en pocos segundos, imponerse al arrojo del urogallo. Ahora la rapaz tiene un ave atrapada en cada garra.
Conócelo todo sobre el urogallo y las subespecies cantábrica y pirenaica
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