Internacional

Alemania antepone la defensa de la ganadería a la protección del lobo permitiendo su caza

Estas medidas son totalmente contrapuestas a las que ha comenzado a oficializar España, encaminadas a prohibir la caza del cánido a pesar de los cuantiosos daños que están ocasionando en la ganadería.


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Alemania, motor económico del viejo continente, al igual que otros países europeos, ha sufrido un aumento exponencial en lo que a las poblaciones de lobos se refiere debido a que limitó su caza durante varias décadas y ante la ausencia de depredadores naturales.

En tan sólo 18 años se ha multiplicado su población, pasando de una única manada registrada en el país hasta contabilizar recientemente 73.

Daños a la ganadería

Este aumento poblacional está causando estragos en las explotaciones ganaderas, hecho que ha llevado al gobierno de la nación, mediante el Ministerio de Agricultura alemán, a presentar una nueva normativa que flexibilizará los permisos necesarios a la hora de abatir un lobo.

La superficie total de Alemania es de 357.386 km², en la que se hallan en estado salvaje 73 manadas, mientras que en las 505.990 km² que tiene nuestro país hay 270.

En Alemania, una de las principales potencias mundiales en muchos ámbitos, se permite su control poblacional, mientras el Ministerio de Transición Ecológica y el Gobierno español se obceca en su protección, aludiendo a presiones europeas, y pretende en unos años aumentar el número de manadas a más de 300. Todo esto pese a la oposición de los ganaderos y de cada vez más sectores rurales de la sociedad.

Protección a la ganadería

La ministra antepone la ganadería y la seguridad de los ganadores a la protección del lobo frente a la ministra española, Teresa Ribera, a la que sólo parece importarle la supervivencia del cánido. Según palabras de la ministra del país teutón, se han tomado estas medidas «para evitar daños adicionales a los ya existentes, tanto para los propietarios de ganado como para personas que mantienen animales», además, para impedir «el peligro de que haya que interrumpir la cría de ganado en ciertas regiones y que ya no sea posible el pastoreo de ovejas».

Se podrán abatir sin necesitar autorización previa los animales problemáticos

La nueva normativa flexibiliza los requisitos necesarios a la hora de abatir a un lobo, ya que antes era necesario demostrar los daños causados para recibir la autorización para poder darle caza, mientras que ahora los pastores podrán disparar si perciben un «amenaza» sobre ellos o su ganado. Algo diametralmente opuesto a lo que sucede en nuestro país, donde en varias ocasiones se ha denegado la posibilidad de defender sus rebaños a los pastores que registren ataques.

Apoyo a la ganadería

Alemania apoya a su ganadería compensando económicamente de una forma rápida y justa a sus ganaderos por los daños ocasionados por el cánido. Además, subvenciona la instalación de cercas eléctricas para ayudar a mantenerlos lejos del ganado.

Prevalece la lógica ante el fanatismo animalista

Estas nuevas medidas han levantado ampollas entre los colectivos animalistas alemanes, que han mostrado su malestar, palabras a las que ha hecho oídos sordos el gobierno alemán, a pesar de tener representación parlamentaria de los Verdes. En cambio, en España, el ministerio homólogo atiende a las peticiones de estos colectivos protegiendo al lobo.

Alemania se ha sumado a países como Noruega, Finlandia, Suecia, Rumanía o Italia, que priorizan la economía y la supervivencia del mundo rural a la protección del lobo. Estudios científicos avalan las medidas tomadas por el gobierno alemán, que no considera en el país al lobo como un animal en peligro de extinción.

Según los censos realizados por el ministerio de medio ambiente, actualmente habitan en el país un número de 600 lobos que acabaron con la vida de 1.000 animales de granja solamente durante el año 2016.

En España todo es muy distinto. A pesar de tener una población de unos 2.700 lobos en una superficie solamente mayor en un 30% a la de Alemania y sufrir año tras año un notable incremento en el número de ataques por lobos a las explotaciones ganaderas que según cifras oficiales ha pasado de 530 en el año 2007 al número de 1979 en el año 2017, se prohibirá el control poblacional del lobo.

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