Zamora

Cumple su sueño de cazar un jabalí medalla en una montería que le costó 40 euros

El cazador logró cumplir su anhelado sueño de abatir un gran macareno de la forma más inesperada: en la montería más económica del año. Estas son las sorpresas que te da la caza en abierto.



El gran jabalí fue abatido por el cazador zamorano José Luis García Pelaez el pasado sábado, día 24 de enero, durante la celebración de una montería en el municipio de Brime de Urz, en Zamora.

Un jabalí conocido por los perreros de la zona

En la montería se lograron abatir nueve cochinos entre 38 cazadores. Entre ellos, el gran macareno abatido por José Luis, un animal de avanzada edad que según los rehaleros participantes llevaba varias temporadas eludiendo a perros y cazadores durante la celebración de las anteriores batidas realizadas en la mancha.

Apasionado de la caza y los perros

El protagonista, gran aficionado a la caza menor y apasionado de los perros de pluma, se inició en la caza mayor hace cinco años. Como él mismo confirma a Club de Caza, hasta el pasado sábado su andadura por la venatoria grande de nuestro país se había desarrollado con escasa fortuna, ya que, a pesar de haber asistido a numerosas cacerías, sólo había logrado abatir algún que otro cochino de pequeño porte.

Pero por fin le sonrió la fortuna, logrando cumplir su sueño dando caza a un gran macareno.

Un día de lluvia y fuerte viento

El día de la celebración de la montería se presentó lluvioso y con rachas de fuerte viento, tocándole en suerte a José Luis un puesto en una traviesa, justo en el centro de la mancha.

Estaba situado en un cortadero con apenas diez metros de ancho, hecho que le llevó a decidir desmontar el visor de su rifle un Sauer en calibre .300 Winchester Magnum, ya que, en el caso de entrarle algún jabalí, tendría que realizar un disparo a corta distancia y en breve espacio de tiempo. Y así sucedió.

Se sueltan las rehalas

En cuanto se soltaron las dos rehalas de perros que participaban en la cacería, a escasa distancia de su posición, irrumpió una piara de jabalíes en la traviesa. Las posturas cercanas a la de José Luis efectuaron varios disparos, pero nuestro protagonista no tuvo suerte, lo que le hacía sospechar que se enfrentaría a otro día de escasa fortuna.

Los perros seguían un rastro

Transcurrida una hora desde la suelta, eran ya las 12 de la mañana, los perros ya habían pasado por el cortadero para batir la mancha de monte que se encontraba a espaldas de los cazadores. Fue entonces cuando José Luis logró oír una ladra de los podencos que, al parecer por la parsimonia y lo espaciado de sus latidos, parecían seguir un rastro.

El jabalí intentaba eludir el cerco

El cazador, que en ningún instante escuchó ruido alguno en el interior de la mancha debido al fuerte viento, logró percatarse cómo por su izquierda un jabalí intentaba cruzar al trote el cortadero a unos escasos 20 metros de su posición.

Se giró tomándole los puntos con rapidez, ya que sólo tendría una única oportunidad debido a la corta distancia del tiradero, y apretó el gatillo. El disparo consiguió derribar al cochino. Le había impactado en el codillo, quedando inerte en el filo del monte.

No se percató del tamaño del trofeo

 trofeo jabalí
trofeo jabalí

En un primer instante, el cazador no se percató del tamaño del trofeo. Su compañero, situado en el puesto contiguo y que había presenciado el lance, le llamó para preguntarle si tenía boca. Le dijo que algo tenía, y le aconsejó que debía introducir una piedra entre los dientes, dada la dificultad de hacerlo transcurridas unas horas después de haber sido abatido el animal.

Un jabalí canoso de 90 kilos

Una vez finalizada la montería, José Luis se acercó al lugar donde el animal yacía muerto para hacer lo que su compañero le había dicho. Cuál fue su sorpresa al ver los colmillos que lucía el animal. Esta alegría la comparte el cazador con Club de Caza.

«Al abrirle la boca me percaté del tamaño real del trofeo que había conseguido abatir. Se trataba de un jabalí ya con el pelo cano, de unos 90 kilos de peso se encontraba ya en el ocaso de su vida, dada su delgadez que presentaba a pesar de su gran tamaño. En ese momento me embargó la emoción y empezaron literalmente a temblarme las piernas. No podía articular palabra para contárselo a mi compañero. Presentaba unas amoladeras muy desgastadas y unos gruesos y largos colmillos que también denotaban la larga vida del gran macareno».

Los rehaleros le agradecen haber abatido el jabalí

«Enhorabuena campeón, y gracias como perrero por matarle ese guarraco a nuestros perros tras una ladra bonita y de un solo tiro». Con este mensaje, uno de los rehaleros quería hacer público su agradecimiento al cazador por culminar el gran trabajo que estaban realizando sus perros tras el gran macareno.

Otros lances ante grandes macarenos

Lance extremo ante un enorme jabalí que planta cara a los perros

Los perros han desencamado y seguido a este gran jabalí. El imponente animal planta cara a los perros y llega a embestir a los que más se le acercan. El cazador tiene que aprovechar la primera oportunidad de afrontar un disparo seguro para abatir a la bestia.

Pincha en la imagen para saber más:

Apasionante lance de caza de jabalí culminado con un gran disparo

Este vídeo contagia la emoción y la tensión de la caza del jabalí en batida. Los perros de rastro siguen al cochino hasta que consiguen conducirlo ante un cazador, que aguarda atento en su postura. El disparo supone el culmen de este trabajo en equipo.

Pincha en la imagen para saber más:

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