Andalucía

Aparece su perro de caza tras cuatro años desde que lo robaron... con displasia de cadera

Cuatro años después de haber sido robado de las perreras del rehalero gaditano David Rojas, su perro Cartucho, cruce de podenquero y paternino, vuelve a casa después de haber sido abandonado con una displasia de cadera.



Cartucho, un perro cruce de campanero y paternino, llegó a las manos de David hace ya unos diez años cuando se desplazó unos 500 kilómetros, hasta Portugal para recogerlo. Procedía de un reconocido rehalero portugués que tenía en su rehala esta línea de perros.

Cartucho, desde muy joven, ya empezó a despuntar y se convirtió rápidamente en unos de los perros punteros de la rehala por sus buenos vientos y su codicia a la hora de seguir a las reses.

El fatídico día en el que desapareció

Hace ya más de cuatro años y tras un intenso fin de semana de montería en el que Cartucho cazó el sábado realizando un gran trabajo, David lo dejó descansando en su casa. Tenían otra montería al día siguiente.

Tras volver a casa y acudir a las perreras, se encontró con que la cerradura había sido forzada y el candado del cubículo donde se encontraban Cartucho y su compañero estaba roto, síntomas inconfundibles de que había sido visitado por los amigos de lo ajeno.

David, tras presentar la denuncia oportuna, comenzó una busca desesperada por los pueblos vecinos para intentar averiguar la persona que supuestamente lo había sustraído. Se dirigió a ciertas personas para intentar encontrar cualquier pista que le llevase a recuperarlo.

Tras varios meses de dura e infructuosa búsqueda, a Cartucho parecía que se lo había tragado la tierra.

Una llamada inesperada

Ayer David recibió una llamada inesperada por parte de una protectora del municipio gaditano de Los Barrios, situado a unos 100 kilómetros del lugar de donde se había llevado al perro. En ella le comunicaron que un perro registrado a su nombre se encontraba en sus dependencias.

Había sido recogido por ellos cuando una llamada vecinal les alertó que lo habían visto vagando por este municipio. David no podía disimular su alegría cuando le dijeron que era Cartucho.

Displasia de cadera

En el mismo día se personó en la protectora y recogió a su perro. Lo llevó al veterinario para que lo revisaran a fondo, y le comunicaron que sufría una avanzada displasia de cadera. Entonces David entendió por qué habían abandonado a su perro. Él ya ha comenzado a pagar un costoso tratamiento para mejorar la cadera del perro, asegurándonos que pasará todos los días que le quedan de vida en la que siempre ha sido su casa.

Una historia con un inesperado final feliz.

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