Argentina

Heroico rescate de caballos cubiertos de nieve

Estos cuatro héroes Félix, Alejandro, Antonio y Eugenio, no dudaron en aventurarse contra el viento blanco que les escarchó la ropa y un frío «que no se soportaba casi» para salvar la vida de sus caballos.


 Rescate de caballos nieve
Rescate de caballos nieve

Valor es la palabra que define la acción que realizaron sin pensar en las consecuencias y poniendo en peligro su propia vida.

Un rescate de película

La travesía heroica que emprendieron estos cuatro hombres del norte neuquino, que es una zona que se ubica al norte de la provincia de Neuquén (Patagonia, Argentina), tenía un objetivo: rescatar a sus caballos, que estaban cubiertos de nieve y apenas se veían en medio de tanta blancura, esperando un triste final.

Félix, que es el que compartió su experiencia en redes sociales, explicó que compartió lo ocurrido para mostrar«los esfuerzos que hacemos los ganadores del norte neuquino»cuando nieva. Él lo sabe bien, tiene 26 años y desde los 11 cuida a sus animales. Agradeció a quienes comparten la publicación para que todos conozcan «el sacrificio y las maravillas del campo», dice Félix.

Un duro rescate

Tras varios intentos, finalmente el martes por la noche lograron rescatar a los animales. Contó que el frío «no se soportaba casi» y que el viento blanco era insoportable, tanto que les congeló la ropa. Sin embargo, lograron poner a resguardo a la manada gracias a una aventura que duró 14 horas y terminó a las 23, casi a medianoche.

El del martes fue el último intento. Los anteriores habían quedado truncados por culpa de las bajas temperaturas, que obligaron a Félix y Antonio y su tío a volver sobre sus pasos. En esta travesía sumaron a Alejandro y a Eugenio, que trajeron más ropa de abrigo, comida y un termo lleno de café bien caliente que, aseguran, los salvó de morir de frío montaña arriba.

Comenzaron su andadura a las nueve la mañana, recorriendo nueve kilómetros por una ladera cubierta de nieve.

Una travesía agotadora

Las zonas más limpias eran donde la nieve les llegaba a las rodillas, pero hubo partes donde los cubría hasta el pecho. Sin embargo, lo peor, resalta Félix una y otra vez, era el viento helado que les golpeaba en sus caras y congelaba sus cuerpos.

Después de tres intentos en días anteriores, encontraron a las yeguas

Iban rompiendo la nieve acumulada para que los animales pudieran avanzar. Semejante esfuerzo físico les empezó a causar calambres, pero quedarse en el lugar por no poder caminar era casi inviable, ya que habrían muerto por congelación en pocas horas.

Durante cuatro kilómetros avanzaron por el agua, soportando el dolor y un frío inimaginable para la mayoría de las personas. Bien avanzada la noche, llegaron a casa junto a la manada justo antes de que un equipo de rescate se dirigiese a buscarlos alarmados por sus familiares, que habían avisado a las autoridades porque no se habían podido comunicar con ellos y sabían que llevaban los móviles apagados.

Félix reconoce que tuvo miedo, sobre todo cuando cruzaban el arroyo helado azotados por los calambres, pero«es parte de la vida del campo", manifestó ya a salvo en casa y tras conseguir salvar al grupo de caballos.

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