A cazar

Terminó el sainete. Se podrá cazar en Castilla y León. Una vez más hemos salido airosos. No ha sido fácil. El problema ha quedado resuelto al presentar la Junta de Castilla y León una nueva orden de vedas, donde se plasma jurídicamente los principios de protección exigidos en la Directiva 2009/147/CE del Parlamento Europeo relativa a la conservación de aves silvestres, y conocida como ‘Directiva Aves’.


Pero esto, que así contado y que ha puesto en pie de guerra a los cazadores, da la sensación de que ha sido un mero incidente, y nada más lejos de la realidad. La prohibición de suspender la caza estuvo dictaminada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León a instancias de los grupos ecologistas y las escopetas debían enfundarse al menos durante esta temporada. Como siempre ha habido que sacar el hacha de guerra para poner firme a más de uno que no ha sabido hacer deberes de parvulario en su fecha, La Junta. Ciento treinta mil cazadores —entre ellos muchísimos vascos— que cazan en esa comunidad son muchos ciudadanos para no prestarles la atención que se merecen. Esperemos que no caiga en saco roto y sirva al menos para no volver a meter la pata y gestionar mejor ese gran patrimonio faunístico que cobija esa comunidad. También han estado los de siempre, esos memos que nos quieren tanto y no dudan en arremeter sin fundamento y motivo contra la caza y los cazadores, metiendo piedras en los cañones de las escopetas. Así que al enemigo ni agua. Las sosadas para la prensa rosa que les da cobijo. Esta bien que algún grupo ecologista actúe como pionero en denunciar los peligros que acechan a la Naturaleza, pero de ahí a hacer mata rasa con todo lo que no le agrada, dista un abismo del verdadero espíritu de un conservacionista. «Denunciar que algo sacaremos aunque sea alguna subvención por no dar guerra» adoptan como lema. Tal es así que han tenido la desfachatez de recurrir el acuerdo de Gobierno de la Junta de Castilla y León del pasado viernes donde se aprobó la nueva orden de vedas adaptada a la normativa. Es la pataleta de los perdedores a los que el tiro les ha salido por la culata. Así que a cazar sin problema alguno.
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