Homologación de trofeos de caza

Abatir cualquier pieza de caza mayor, la que fuere, siempre es gratificante, y si además aporta un buen trofeo —colmillos, cuerna o cráneo— más, sobre todo para los denominados trofeístas. Cazadores que orientan su esfuerzo en abatir piezas que sean de alto grado de homologación.


Y hay que respetarlos, porque en definitiva la captura de un animal con una buena cuerna o unas navajas de respeto, es sinónimo de edad avanzada, hecho que justifica gran parte de esta práctica, si de verdad se ha luchado por conseguirlo. De lo contrario poco dice a favor del cazador por muchas paredes que llene con cuernas y colmillos. La competencia en materia de caza y por ende la homologación de los trofeos corresponde a las distintas comunidades. Sin embargo, hasta ahora las valoraciones se venían haciendo en la Junta Nacional de Homologación de Trofeos de Caza, órgano adscrito al Ministerio de Agricultura. Adecap siempre ha sugerido al Gobierno Vasco la necesidad de homologar sus trofeos por cuanto supone tener un órgano que les aporte más información y controle la evolución de nuestras especies mayores. Así las cosas el Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad, tras consultar a las Diputaciones Forales, ha dado cuerpo a la Comisión Vasca de Homologación según decreto del 2 de Junio publicado en el Boletín Oficial del día 16/6. Antaño el trofeo de un animal raramente se valoraba y primaba el tamaño, la carne con que llenar el puchero. Con el transcurso de los años el cazador se ha hecho más selectivo, más ético, más actualizado a los tiempos que corren. Valora mucho más el cómo que el porqué, estima el trofeo. Cuanto mayor trofeo, más complejidad para capturarlo. Su verdadera razón de ser. Quítese la complejidad y habremos acabado con la verdadera esencia de este arte. Un gran trofeo perdura en el tiempo y rememora gratos recuerdos. Es bueno que las distintas comunidades tengan su Comisión de Homologación de Trofeos de caza. Siempre van a aportar una información más rápida y detallada tanto a la comunidad correspondiente como a la Junta Nacional de Homologación con los trofeos cuyo valor de homologación hace prever que estén entre los primeros del ranking estatal.
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