Renace la esperanza

Castilla y León, zona codornicera por excelencia —como La Rioja y otras varias—, desvedará la codorniz el 15/8 y la torcaz y tórtola el 20/8, con un cupo de 30 ejemplares día para la codorniz y 8 para la tórtola, a pesar de que el cereal lleva un retraso de 15-20 días.


De hecho, esta semana pasada iniciaron las cosechadoras a recolectar el cereal por el sur de Burgos, cuando otros años por San Juan iniciaban su trabajo. Esto, como es lógico, supone para la codorniz más tiempo para sacar adelante su prole, más defensa ante los predadores alados y retraso en los movimientos migratorios. Y es que esta delicada pero gran ave viajera es extremadamente sensible a la más mínima rotura de su hábitat. Concretamente, el pasado año, hacia mediados de octubre, el cereal estaba sin cosechar en Estonia, donde muchas codornices eran huéspedes en sus campos. ¿Tan arriba suben?, se preguntarán. Tan cierto como que el que esto les cuenta lo vió con sus propios ojos. Y no sólo suben a Estonia, sino también a Letonia y Rumanía entre otros países. Para que luego algún tonto del ciruelo nos venga diciendo que están en regresión. ¿Quién iba a pensar que en octubre habría codornices en Estonia, a la altura de San Petesburgo, por esas fechas? Cuando todos entendíamos que a mediados de septiembre retornaban a Africa. Pues eso, mejor callar que meter la pata. Así las cosas todo parece indicar que vamos a disfrutar de una buena temporada codornicera. Las perdices también han criado bien, no en vano los recientes calores les viene al pelo para sacar su prole adelante en un medio donde los invertebrados abundan a consecuencia de las pasadas lluvias. Sonó pues la flauta, falta hacía. Y es que la naturaleza, siempre sabia, vuelve a poner las cosas en su sitio para disfrute de unos cazadores que han soportado estoicamente, con su esfuerzo y dinero, una pasada temporada para olvidar.
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