Y para terminar la temporada… ¡Gracias!

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Lo segundo que quiero dejar aquí es mi pasión y cariño incondicional por los perros que me han acompañado en estas jornadas, tanto el de amigos en la menor, como los de las incansables rehalas, ellos son los verdaderos protagonistas de la caza, sin ellos podríamos llamarlo de mil maneras, pero nunca lo podríamos llamar caza. Y, de entre todos estos perros, destacar a mi fiel compañero chico, el autor de tantas alegrías en estos días, una parte fundamental de mi pasión por la caza. Otra cosa de las que me apetece dejar constancia de esta temporada es dar un tirón de orejas a esos que se llaman cazadores y salen al campo llenos de agonías y ansias por matar, a esos que no respetan a los vecinos de puesto o a los compañeros de mano. Señores, lo que ustedes hacen nada tiene que ver con el significado de la palabra caza, reflexionen y respeten, puesto que, por desgracia, de su actitud se alimentan los anti caza. Y en este apartado no puedo olvidar a los estafadores y ladrones que se alimentan del sector de la caza, esos que se aprovechan de la ilusión de todos nosotros para llenar sus bolsillos, con esa lacra en especial somos los cazadores de verdad lo que tenemos que acabar con ellos, denunciándolos e informando para que nadie más caiga en sus redes. Por supuesto, no quiero pasar por alto hablaros un poquito de la campaña que lanzó La Lumbre de Quimera Catering, de la mano de muchas otras empresas, #TODOSSOMOSJORGE. Mil gracias a todos los que han podido ayudar a este maravilloso niño y a su familia, gracias a los que, por esta crisis que sufrimos, no han podido aportar económicamente pero me han llamado para preguntarme de qué otra forma podían ayudar, a los medios de comunicación especializados, sin ellos no tendríamos voz, casi nunca les damos el valor que tienen y se nos olvida que sin ellos, a fecha de hoy, nos machacarían todos los días; a todas las empresas que se pusieron al pie del cañón para que esta acción llegara a buen puerto y, cómo no, a los padres de Jorge por toda la confianza que desde el primer día han depositado en La Lumbre de Quimera Catering y en mí. Y cómo no, mil gracias a la persona que me hizo conocer a este maravilloso niño. Pero mi agradecimiento más especial es para Jorge, gracias amigo por enseñarme tantas cosas, por recordarme otras tantas y, sobre todo, por convertirte en mi ejemplo de superación, gracias de corazón. Esta temporada también me ha regalado mil cosas buenas ligadas a la caza. Me ha resultado un placer y un honor haber colaborado con JUVENEX y su afán de inculcar los valores de la caza a los más jóvenes y trabajando por el relevo generacional; a mi hermano Marcos Ruiz y al incansable Cesáreo Martín, por darme la oportunidad de colaborar en las ondas y llevar nuestra gastronomía cinegética hasta los oídos de tanto cazador. A Lola y Antonio Adan, por abrirme las puertas de Excopesa, tanto para presentar mis creaciones gastronómicas como para utilizar sus marcas en mis jornadas campestres. A los medios de comunicación que cada vez que he necesitado de ellos han abierto sus puertas y me han ayudado en lo que he pedido. A esos amigos que, aunque las circunstancia nos separó, el cariño nos vuelve a unir, gracias. A los amigos que aguantáis mis rasperÍas en persona o por WhatsApp, gracias. Y, aunque me dejo a muchos sin mencionar, espero que me perdonen porque, aúnque no lo plasme aquí, sabéis que ya sois parte de mí. Volviendo a leer estas letras que acabo de escribir, me parece que suena a despedida y tristeza y nada más lejos de la realidad, estas letras son el comienzo de una nueva temporada, son la renovación de ilusiones y sueños, de quimeras. Son palabras salidas de mi corazón que espero que el año que viene sean más extensas y, sobre todo, son un reconocimiento a todos vosotros, a todos lo que amáis esta vida y sus valores. Cada uno de vosotros sois una parte fundamental para la caza. Gracias.