Mi amigo José
Hace ya años que, charlando una tarde en el chat de cazar.com, pegué la hebra con un forero del que no sabía más que se llamaba José y su nick, Bizard.
La conversación fue derivando de un tema a otro y fuimos a parar a las escopetas. Se interesó mucho cuando le conté que guardaba como un tesoro la que usó mi padre en sus últimos años como cazador. Le expliqué que no me había atrevido a usarla desde que dejó la caza, le mandé fotos y las referencias al arma se hicieron frecuentes. Luego supe que era un español que vivía en Canadá y que se conectaba todos los días con nosotros. Nunca sospeché que una pantallita y un teclado hicieran un milagro tal. Se me encendió la bombilla y le dije que la escopeta no sería disparada más que por él, pero tenía que venir a mi casa… No fue un farol pero, para ser sincero, no creí que la cosa se hiciera realidad…