Media veda y… ¿animalistas?

Estamos ya en ese tiempo tan especial que para los cazadores supone la media veda, con codornices, tórtolas y torcaces, principalmente, sin olvidar recechos de caza mayor y esperas cochineras. Hay que conjugar de la mejor forma posible las vacaciones estivales familiares con las muchas opciones cinegéticas que ahora mismo se abren.


Difícil, pero… mientras lo cazadores seguimos desunidos, los animalistas están cada vez más fuertes y crecidos, a pesar de la reciente reacción de la sociedad en general y de los medios de comunicación en particular ante la ignominia de los comentarios en las redes sociales de unos malnacidos, con vejaciones e insultos tras la muerte de un torero. Inadmisible. Como dice un gran amigo y periodista, Pérez Henares, «se han puesto en el pecho las medallas de la bondad universal y el progresismo planetario, y de la boca no se les cae la palabra tolerancia, pero ha muerto un humilde torero, un hombre joven y valiente, Víctor Barrio, de Sepúlveda, donde deja una viuda e hijos, y esos autoelevados a los altares propagandísticos de la ética, la virtud y la moralidad, se han lanzado sobre su cadáver, sobre su memoria y sobre su dignidad de ser humano, con un odio tan terrible, con una rabia tan cargada de bilis que ni siquiera donde pastan a sus anchas, las redes llamadas sociales, han permanecido esta vez indiferentes ante esa explosión de pus. Ha sido algo tan repulsivo, tan carente del más mínimo gramo de humanidad que, amén de la repulsa, no puede bajo ningún concepto permanecer impune. Porque lo firmado por algunos es un delito, un delito de odio». Ahora contra el mundo taurino, pero no tardarán en hacer lo mismo con la caza y los que la practicamos, es algo que se viene cociendo hace tiempo en una sociedad que camina por el borde del abismo. Los cazadores tenemos que decir ¡basta ya!
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