Licencia única

No mejoramos. Llega un nuevo consejero y lo primero que se le ocurre es que hay que cambiar la ley de caza de su región, no hace mucho aprobada. En varias autonomías se recrudecen los ataques contra la caza y los cazadores, sin que nos unamos en nuestra defensa.


Insisten en acabar con la actividad cinegética y no ven la repercusión que eso tendría en nuestros medios naturales. Las sobrepoblaciones llevan a mortandades y la sarna vuelve a hacer acto de presencia, como por ejemplo en Andalucía, donde se ha declarado el área de emergencia cinegética por sarna sarcóptica en cabra montes en varios términos municipales de Almería, Granada, Jaén y Málaga. Un situación difícil, en la que la FAC tiene mucho que decir, al igual que con su petición de emergencia por daños del conejo en otras zonas. Y a nivel nacional, creo que no hay muchos visos de que finalmente contemos con una licencia única. Y más tras las llegadas de nuevos consejeros competentes en la materia. Pero sí es verdad que el Gobierno ha cumplido y no cabe achacarle dejadez en este caso. En Consejo de Ministros aprobaba la suscripción del convenio de colaboración entre el Magrama y Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Madrid, Aragón, Galicia, Asturias y Comunidad Valenciana para el establecimiento de las licencias interautonómicas de caza para todos sus territorios. El convenio, que prevé la adhesión de otras comunidades, tendrá una vigencia de diez años y podrá ser prorrogado por periodos iguales de tiempo. Esa licencia interautonómica de caza costará 70 euros. El paso ya esta dado, ahora queda lo que los expertos interpretan que es más complicado, que acuerden y firmen el convenio los ocho presidentes de esas autonomías. Como dice Garrido, «algo tan sensato, anhelado por los cazadores y necesario para la racionalidad administrativa, será una de tantas cosas a no conseguir por el gremio». Hay muchos políticos que actuarán en contra de la caza, pues es actividad a repudiar y ocultar ante la plebe animalista, aunque las plagas produzcan daños inconmensurables y muertes exageradas en accidentes. Pero apoyar algo positivo para la caza no es ahora políticamente correcto. Si fuera así, que lo será, que no se nos olvide cuando votemos.
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