He cumplido 40 años, ya es tiempo de pasar balance

Pasan los años y ves pasar la vida día a día. Se van seres queridos y otros nacen y vienen al mundo a ocupar su espacio. Con el tiempo vas acumulando experiencias, tanto positivas como negativas. Aprendes a corregir errores. Tienes que saber escuchar a los mayores y decidir qué camino quieres seguir.


En el tema venatorio mi maestro, mi abuelo, allá en "El Maestrazgo". Joaquín, un hombre fuerte, agricultor, guarda de caza. No sabía leer ni escribir, pero tenía matrícula de honor en gestión y aprovechamiento de la naturaleza. Me enseñó a leer el campo. Me enseñó a escuchar sin ser oído y a ver sin ser visto. Empecé a cazar en unos tiempos en que se comía todo lo que se cazaba (como ahora). Por lo tanto se cazaba lo justo. Había animales todo el año. Además, no había nevera (como ahora). Te ponías la ropa más vieja para ir de caza (como ahora, que vale un pastón vestirte de Rambo). Salíamos de casa con la burra (era el medio de transporte) y echábamos la comida para todo el día. Hoy, la mayoría vamos a comer a casa, y si hemos cazado mucho tenemos un problema para colocar las piezas abatidas. Seleccionábamos las piezas con mesura, la caza no era ni un deporte ni una competición. Ya de regreso al pueblo recogíamos fruta, aceitunas y leña aprovechando la salida, que no solo era para cazar. Luego, junto al fuego, arreglábamos la caza y algunos zorzales ya iban a las brasas. Yo por aquel entonces era estudiante de Bachillerato y me cargaba los cartuchos porque salían más baratos que comprarlos en la tienda. En esa época en los pueblos se cazaba para comer y valían todos los métodos hoy prohibidos.
A los 18 años ingresé en la Junta Directiva de la Sociedad de cazadores de Tarragona Tiempo Libre ocupando el cargo de 2º secretario y lo primero que hice fue confeccionar los estatutos internos de la Sociedad. A partir de ese momento siempre he estado ligado con cargo en sociedades. El mes pasado cumplí los cincuenta y ocho, así pues 40 son los años que llevo dedicado al servicio de la caza y los cazadores. A lo largo de estos años he podido comprobar los cambios sufridos a todos los niveles. Medioambientales, sociales, climáticos, políticos, usos agrícolas, política comunitaria, cambios en el comportamiento animal, y todas las leyes, normas, decretos, órdenes… y esto no parará. A finales de los 90 entré a formar parte de la Federación de Caza de Tarragona, donde me siento a gusto, y al siguiente año como técnico de la FEC Catalana. Actualmente ostento el cargo de secretario. Son más de veinte los cursos que he impartido de gestión, repoblación y control de predadores.
Con la Federación Catalana formé parte del equipo de formadores del proyecto LA CAZA EN LAS AULAS, que arrancó después de dos años de preparación el 4 de Abril del 2006 bajo la dirección del entonces presidente de la federación catalana, Sr. Doménech de Vargas, con el apoyo de Gloria Jordan, Directora de UCL, Mario Vargas, Catedrático de Biología de la Universidad de Mälaga, y Santiago Lavín, Catedrático d"Ecopatología de la UAB. Fue la mejor y más gratificante época de mi vida. Poder explicar a los chavales cómo funciona la naturaleza. ¿Saben en qué coincidían los niños?, pues en que no matáramos tanto y respetásemos las normas. Otra de las facetas de mi vida que mayor satisfacciones me ha dado ha sido la de ser Guarda de Caza y Campo. Ello me ha permitido estar muchas más horas en el monte gestionando y cuidando los animales. El aporte de agua en verano y grano en invierno lo agradecen. Así ves venir a la primera golondrina, o escuchar a las primeras codornices y tórtolas, o marchar a los abejarucos y oropéndolas. Andar en el campo todo el año es muy gratificante; observas, escuchas y aprendes. El control de predadores me fascina, pero a cada momento nos cambian la legislación. Es una lucha constante con una administración que cambia de color tras la elecciones. En cambio, el zorro y la urraca son los mismos, y cada vez más numerosos. Pobre biodiversidad. Palabra que he escuchado de boca de algún político de Medio Ambiente que no sabe dónde tiene el rabo una cabra. Estar en la Federación me ha dado la oportunidad de conocer a los mejores Técnicos y Especialistas en materia cinegética, nacionales y extranjeros. Personas muy próximas a la RFEC y que a esta fecha han dimitido de la entidad. No voy a poner nombres, porque me dejaría alguno seguro, la lista es larga. He asistido a cursos, foros, seminarios, campeonatos, ferias, charlas, estudios, debates en radio y documentales de televisión. He sido columnista de periódicos y revistas cinegéticas, hasta director de un suplemento para Catalunya y Baleares de La Caza y su Mundo.
¿Qué tenemos hoy en el gremio de la caza? La vacuna del conejo… ¡Puff! La munición alternativa al plomo… ¡Peff! Escándalos en la RFEC… MUTUASPORT… ¡Ay, ay, ay! Emisoras, transporte de animales vivos, núcleos zoológicos, órdenes de vedas para la codorniz, la tórtola común. Predadores sí, predadores no. Que si la tórtola turca, que si el estornino negro, las cigüeñas dando el palo, los flamencos y el calamón también… Cada autonomía a su bola. Algunos ecologistas frotándose las manos, menos mal que las subvenciones se agotan para todos. Por otro lado, los jabalíes, conejos y torcaces en aumento y quitando el sueño y el sueldo a los agricultores. Y nosotros a quejarnos al bar… Escribir en Club de Caza, otro acierto. He conocido a gente estupenda, todos sois estupendos, y ya con muchas ganas de que llegue el día 15 para subir al encuentro en Liguerre de Cinca. Otra oportunidad maravillosa de hablar de caza, aprender y conocer nuevos foreros que aportan otros conocimientos y, si pillamos algún guarro, mejor —es la excusa para juntarnos, ¿o no?—.
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