El relevo generacional

Septiembre, vuelta al cole tras las vacaciones estivales. Sería el titular de cualquier medio de comunicación para referirse a los más jóvenes, en estas semanas en las que recobramos la rutina, la normalidad, la monotonía para muchos del trabajo diario o la incertidumbre del paro.


No vivimos buenos momentos, con el rescate de España como espada de Damocles sobre nosotros, pero la ilusión debe ser lo último que se pierda, al igual que el amor por las cosas bien hechas. Y no lo debemos haber hecho muy bien, como reflejamos en nuestro tema de portada, con los más jóvenes, ya que cada vez somos menos los cazadores en España, nos hemos ido a poco más de la mitad de los que éramos hace veinte años. Hay que poner freno a la sangría, con esfuerzo, con imaginación haciendo más asequible la práctica cinegética a aquellos que podrían estar interesados y que no encuentran estimulo alguno. Veremos entre todos qué podemos hacer, pero es evidente que debemos luchar contra la criminalización de la caza y de los cazadores en una sociedad sensiblera, demagógica en muchos aspectos y bastante ignorante de lo que es y supone la verdadera naturaleza y su conservación. Un controvertido político, pero que suele soltar verdades como puños, no dudaba en mantener en unas declaraciones, cuando le buscaban las cosquillas a vueltas con la caza del urogallo en un país europeo, que «la caza en rececho es el modo más inteligente de cazar. Hay que acercarse a la pieza, identificarla, valorar si se puede cazar o no. En Rumanía se caza así y hay miles de urogallos. En España se prohíbe su caza y la población está diezmada. Si la caza se hace responsablemente forma parte del equilibrio de la naturaleza», decía Álvarez Cascos. Pues eso, poco más podemos sumar nosotros. Así que disfruten de las múltiples opciones venatorias que se abren en estas semanas de transición entre la media veda y la temporada general de caza menor mayor. ¡Buena temporada para todos!
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