Realidades e ilusiones, recuerdos y proyectos

Ya no estará con nosotros Antonio Tomás Vaquer, ese balear de pro, tantos años al frente de la federación autonómica de esas islas privilegiadas, donde también hay muchos y buenos cazadores, donde las liebres se asientan en muchas fincas, las perdices hacen lo que pueden, las becadas llegan de año en año y los conejos sienten el aliento de los podencos ibicencos. Descanse en paz y que siga cazando en lo más Alto, que aquí sus amigos nos acordaremos de él y ahora rezamos por su eterno descanso.


Y también recuerdo a ese Bogart duro y enigmático, que nos dejó hace cincuenta años, pero que sigue con nosotros en sus películas, en su imagen de hombre duro, de hombre en el que los excesos con la bebida y tabaco tuvieron su precio. Pero, ¿quién puede decir que no disfrutó? En algunos rodajes, como La reina de África, hasta los dientes se los lavaba con whisky. Y mujeres, cuatro, con Lauren Bacall como última. ¿Quién no ha querido alguna vez parecerse a él, a sus personajes cinematográficos? Se preguntarán si no tenía otra cosa de la que escribir en este segundo mes del año. Pues no la he encontrado mejor. Adios a la temporada de menor —el 17 de enero cacé la última perdiz salvaje del año en un duro coto conquense para cerrar la campaña— y todavía tendremos la oportunidad quizás de abatir algún venado o jabalí en las últimas citas. Y si no, bien está. Porque lo único que no pueden, aunque muchos lo intentan, es quitarnos la ilusión de cazadores. Así que a disfrutar de la caza mientras podamos.
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