Cangrejos, subvenciones sin soluciones y fiestorros

No se piensen ustedes que estoy escribiendo sobre cangrejos por resentimiento, dada mi condición de pescador de ellos. Pues no. No piensen que los posts que estoy escribiendo sobre cangrejos son posts unilaterales que tratan exclusivamente sobre los crustáceos. Ni mucho menos.


Sin comprender y saber cómo está el tema del cangrejo en España, jamás podremos entender cómo y porqué se nos priva de cazar las casi ya vedadas acuáticas o que los ya inextinguibles topillos campesinos (Microtus arvalis) traigan aparejada la Tularemia tanto para la caza y la pesca en general, como para el cangrejo autóctono en particular, respondiendo con todo ello al papel que juega el cangrejo en una biodiversidad contaminada.

Quienes me conocen me dirán que estoy dolido por no cazar patos en el Duero (Zamora) y otros lugares donde los cazaba bajo varias modalidades. En eso tienen razón, pero como mi caza y mi pesca están orientadas a la que practicamos los cazadores de a pie, quiero argumentarlas sobradamente y si puedo abatir dos pájaros de un tiro (Caza y Pesca), bienvenidos sean ambos. Esperen y verán cuando escriba sobre especies acuícolas de aguas continentales con la información e imágenes soportadas, ambas, en las bases de datos que poseo y actualizo constantemente.

Hasta ahora, todos creíamos que el cangrejo autóctono de España era el denominado cangrejo de río o de patas blancas (Austropotamobius pallipes), pero en vez de descubrir algo contra la afanomicosis, van nuestras dignísimas autoridades y ponen en duda científica que el cangrejo de río autóctono sea tal. Dicen que el cangrejo de río autóctono de patas blancas es parte de una repoblación más. De todas las maneras, el citado cangrejo no está extinguido del todo y —donde pueden vivir— los hay en cantidad superior a la que puede soportar el medio, pero están relegados a unas cotas altas que poco a poco van bajando. No obstante, este humilde pescador de cangrejos y cazador de acuáticas les da fe de que existen cangrejos autóctonos en varios lugares de España, los cuales no puedo citar por ser un asunto que, parte de él, reposa en unas bases de datos informáticas de las que fui responsable en su día. Pero lo que sí puedo decir es que los: cormoranes, cigüeñas, varias anátidas y demás depredadores —protegidos o no— que la administración no nivela, hacen un daño irreparable tanto en truchas como en cangrejos. La perdiz autóctona va mal, muy mal; pero la trucha autóctona va peor.

Pero señores míos, ¿hasta dónde quieren llegar con un cangrejo autóctono de río denominado de patas blancas que hace más de 50.000 años ININTERRUMPIDOS que está entre nosotros? ¿Al citado cangrejo también le quieren declarar alóctono? Tanto es así que hay lugares en los cuales hay cangrejos suficientes como para repoblar otras provincias o comunidades, pero para ello habrá que nivelar unas poblaciones de depredadores que por los motivos explicados en mis posts anteriores, en los que cito a los depredadores de cangrejos que no se nivelan y crecen a su libre albedrío.

Me duele decir que hay furtivos que conocen algún lugar y su mano criminal se hace notar más de lo debido. Pero para la administración parece ser más importante vigilar que el octogenario pescador de reteles cumpla lo escrito en farragosos y ¿alegales o ilegales? documentos que la biodiversidad.

Miren ustedes, me estoy repitiendo para dejar bien claros los temas. Pero ya se están encontrando poblaciones de cangrejos resistentes a la afanomicosis y si tienen alguna duda, pregúnteselo a los señores cormoranes. Pero si no quieren hablar con tan luctuosos sujetos, La Vanguardia del día 01-08-17 decía: «Una población de cangrejos autóctonos localizada en Girona se ha convertido en la primera especie autóctona europea en mostrarse resistente a la enfermedad emergente conocida como afanomicosis o peste del cangrejo, responsable de la disminución de cangrejos nativos de Europa y de que esta población se encuentre en peligro de extinción». El año pasado, en Olot ya se logró introducir 5.000 ejemplares.

Nuestro gozo en un pozo, el cangrejo de río de siempre no es autóctono, según el CESIC

¡¡¡Toma ya!!! O sea que el siempre denominado cangrejo de río Austropotamobius pallipes era, en realidad un Austropotamobius italicus. O sea, que como alóctono hay que eliminarlo también. ¿No? Los ecologistas, en vista de que el tema se les está yendo de las manos, dicen que el texto cangrejero no marca un punto de inflexión… Bueno, pues entonces extrapolamos tal afirmación al rojo… «Manolete, Manolete; si no sabes torear, ¿para que te metes?».

Toda solución que salga de lo que acabo de enunciar es un brindis al Sol como fruto de una fuente de discusiones previa o posterior. Algo surgido de algún fiestorro con dietas de por medio y visitas turísticas a ciudades de ensueño. Brindis llevado a cabo con el dinerillo que ahorra el pescador de cangrejos para hacerle frente a la vida o decirle adiós con mucha honradez, eso es cierto, pero con el bolsillo vacío.

Pero cuando existe una polémica de estas, a las universidades y a los organismos similares tales como el CSIC les sirve de referencia para sus doctorados ponencias grandilocuentes y demás temas poco eficientes por no pensar en el bien común y sí en el suyo propio, ya que con ello hacen curriculum y turismo gratis…

Entre el barullo creado con los cangrejos rojos y los autóctonos, científicas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han descubierto que el cangrejo de río ya vivía en los ríos de la Península Ibérica entre 25.000 y 50.000 años atrás. Asimismo, han descubierto que su ADN es distinto según la zona geográfica en la que viven. El estudio ha sido llevado a cabo por el grupo de investigación Marcadores Moleculares en Estudios Poblacionales de Especies de Interés Agronómico y Conservacionista y se ha publicado en la revista científica Organisms Diversity and Evolution. ¡¡¡Toma ya!!!

Yo creo que esto es una merienda de negros y, después de cambiar impresiones con conocidos paleontólogos sobre varias especies, no quiero meterme en berenjenales, pues las subvenciones hacen muy belicosos a quienes las perciben y no quiero líos, por el momento, y a sabiendas de que la paz de algunos es peor que mis guerras. Por eso les voy a transcribir la nota de prensa del CSIC y además les voy a remitir a otras informaciones sobre este tema tan discordante, informaciones que a la vista de la citada institución, están sobradamente documentadas. Pero las más altas magistraturas documentan perfectamente casos y cosas en las que no tienen razón. Ni lo que dice el CSIC, el EREC o la Universidad de Madrid es PALABRA DE DIOS. Pero ya que cito a Dios, le pido que nos coja confesados ante esta gavilla de cráneos privilegiados. ¡¡¡Que sí…!!! ¡¡¡Que les seguí con los topillos campesinos y ahora tenían que pedir los afectados las pertinentes recompensas por haberles negado que estaban en los hospitales!!!

Bueno, allá va un gran descubrimiento

Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)

El cangrejo de río no es autóctono - 15/07/2015 - Fecha 15/07/2015 - Medio: Departamento de Comunicación

Un estudio multidisciplinar liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha puesto de manifiesto que el cangrejo de río (Austropotamobius italicus, conocido como cangrejo autóctono, es en realidad una especie introducida. Según el trabajo, publicado en la revista Biological Reviews, se trata de un animal importado desde Italia a finales del siglo XVI por expreso deseo del rey Felipe II, como atestiguan numerosos documentos históricos.

La posibilidad de que el cangrejo de río no fuera nativo de España ya se había planteado con anterioridad. A comienzos de la pasada década, los primeros estudios genéticos sobre cangrejos de río descubrieron que los cangrejos de la península ibérica eran muy similares a los del noroeste de la península italiana y, en cambio, tenían muy poco en común con los de Francia. «Este patrón espacial es muy extraño y en su momento se interpretó como una prueba de que los cangrejos habían sido introducidos en España. Aquellos resultados provocaron cierto revuelo científico y promovieron estudios más exhaustivos, aunque sus resultados fueron poco concluyentes», explica Miguel Clavero, investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana.

La principal conclusión del estudio es que «toda la información analizada refuerza la evidencia histórica de que el cangrejo de río es una especie introducida en España». Diversos documentos atestiguan las gestiones diplomáticas realizadas por la corte española para conseguir cangrejos italianos. Tras al menos cinco años de negociaciones, en 1588 el Gran Duque de la Toscana ordenó el envío de un cargamento de cangrejos con destino.

A diferencia de los estudios anteriores, basados exclusivamente en datos genéticos, el nuevo trabajo ha recopilado e integrado información de varias disciplinas científicas: ecología, biogeografía, arqueología, paleontología, lingüística o genética y se ha recurrido a libros de gastronomía y farmacia. Los autores defienden que los estudios multidisciplinares son más útiles y robustos que los basados en un único punto de vista a la hora de tratar cuestiones complejas o polémicas.

Expansión y conservación.

A lo largo de los siglos XVII y XVIII, los cangrejos de río se introdujeron en la Meseta Norte y el Valle del Ebro. La expansión de la especie se intensificó, mediante numerosas introducciones, durante el siglo XIX y continuó durante el siglo XX, hasta ocupar prácticamente todas las zonas calizas de la península Ibérica.

El cangrejo de río fue abundante y pescado en grandes cantidades en España hasta los años 70 del siglo XX, cuando su población se desplomó como consecuencia, principalmente, de la rápida expansión de dos especies de cangrejos de origen norteamericano y de las enfermedades asociadas a ellas.

En la actualidad, el cangrejo de río es una de las principales prioridades en la conservación de la biodiversidad en España. «Se dedican muchos recursos a su cría en cautividad, a la creación de poblaciones mediante sueltas y al mantenimiento de las poblaciones silvestres que aún existen», señala Clavero.

«En un contexto de degradación de los medios acuáticos y declive generalizado de la fauna fluvial, ¿tiene sentido centrar esfuerzos de conservación en una especie introducida? Nuestro trabajo debería llevar a un replanteamiento de las estrategias españolas de conservación de la biodiversidad, cuestionando el papel prioritario del cangrejo de río», concluye el investigador.

M. Clavero, C. Nores, S. Kubersky-Piredda y A. Centeno-Cuadros. Interdisciplinarity to reconstruct historical introductions: solving the status of cryptogenic crayfish. Biological Reviews DOI: 10.1111/brv.12205.

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