España chantajea con los cangrejos exóticos

La afrenta vergonzosa que sufrimos los pescadores de cangrejos, mediante reteles, es que en ciertas autonomías no quieren que los pesquemos para que puedan vivir de ellos esa multitud de aves que superan la capacidad del medio, pero como Europa ha dicho de erradicarlos en España, las autonomías hacen un simulacro de ello incumpliendo las citadas leyes, pero haciendo la vida imposible a los pescadores.


En algunas autonomías se les obliga a solicitar permisos mediante sorteos, pago de tasas por pescarlos (cosa que considero sea totalmente ilegal o, por lo menos, alegal), guardas para vigilar el comportamiento de los cangrejeros y de paso hacerles cumplir las ¿leyes?, número de reteles, el diámetro de los citados, tramos de agua continental del número de reteles, horarios, fechas en los calendarios, etc. etc.

Señores, esto de por sí sólo, si nos leemos lo que determina Europa a lo cual les hipervínculo, es un impedimento para esa pretendida erradicación. Pero claro, el número de pescadores está bajando de forma alarmante y si se erradicaran los cangrejos rojos, cosa imposible, menguarían los ingresos de esas autonomías que hacen de su capa un sayo.

El gravisimo problema por el que todos los pescadores de cangrejos estamos sintiéndonos afrentados por una indolente administración que obra como en tiempos pretéritos

Todo cangrejo pescado tiene que ser capado (un eufemismo de matado) nada más ser capturado en unas autonomías y antes de irse a casa en otras. Muy bien, señores, eso es premiar a quienes les ayudan a erradicarlos o pagan un estipendio cuando debían de cobrarlo. Si los quieren para los humedales con hides fotográficos o caminitos horteras con señalética patética, díganlo y a otra cosa, pero dejen en paz al humilde pescador que después de un trabajo ímprobo y degradante, llega a casa con los cangrejos oliendo a esos purines líquidos de los cerdos que tampoco ustedes hacen nada al respecto para darles un uso adecuado.

Pero el agravio todavía es mayor cuando en cualquier pescadería los venden vivos y así te los dan y da la casualidad que el recorrido con ellos en el coche o en otro medio de locomoción es menor que el que hace el pescador. Oigan, cráneos privilegiados, que si una persona física o jurídica quiere sembrar el río de cangrejos en vez de pagar permisos, abona un modesto estipendio en la plaza de abastos y le sobraría trabajo y dinero. No sé por qué, pero a mí me parece que lo que se pretende es no dejarnos pescar y encima ridiculizarnos con tamaña majadería: ¡ESTO ES UNA TOMADURA DE PELO!.

El noble y aguerrido arte de capar cangrejos

Ustedes tienen que sostener el cangrejo con la mano derecha (caso de que no sean zurdos). Le sujetarán mediante los dedos índice y el pulgar por el cefalotórax, evitando, de esta manera, que le atenacen las manos con sus pinzas. El denominado genéricamente cangrejo de rio tiene cinco aletas en la punta de la cola. Pues bien. La del medio se denomina telson. Aprisionarán con fuerza el nacimiento del telson. Tirarán unos milímetros hasta que tengan la seguridad de que el telson está despegado de la cola. Girarán unos 80º a la derecha (una simple torsión) y tirarán con fuerza y maña. Entonces tendrán en su mano derecha el telson y los intestinos del cangrejo que son como una tripa negra (la raya negra que tienen en el centro de la cola que se ve muy fácilmente si los ponemos boca arriba y no encojen la cola). Esa tripita son los intestinos y morirán en muy poco tiempo.

Jamás se les ocurra comer cangrejos que huelan mal una vez realizada la citada faena. Puestos a cumplir la citada mamarrachada, en vez de una cesta de pesca tendremos que utilizar un frigorífico. Pero en condiciones tales no podremos practicar jamás la elegancia social del regalo. Y… como ésta no es pesca de ricos, la gasolina está cara y así se quedan los cangrejos para otros fines en las masas de agua continentales.

Si por alguna causa se quedan con el telson en la mano sin que cuelgue de él el intestino, utilicen unas pinzas metálicas, aprisionen el intestino y tiren de él.

¿En que se basan nuestras diligentes y preclaras administraciones para imponernos que capemos a los cangrejos?

No se basan en nada de fundamento. Lo hacen por disuadirnos de su pesca. Mienten cuando dicen que es para evitar repoblaciones no autorizadas… (Se cree el fraile que todos son de su aire). Lo que en realidad quieren es que no les pesquemos para que puedan comer las aves, pues estos cangrejos pueden vivir en aguas sumamente contaminadas y llegar a los 15 centímetros de largo. Es entonces cuando pueden hacernos una buena avería con sus pinzas.

Nuestras autonomías y el Estado incumplen lo que les da la gana con Europa y son denunciados por ello en una lista que ríanse ustedes del incumplimiento de todo lo inherente a las cuencas hidrográficas. Pero para lo que quieren, utilizan las leyes de Europa o hacen lo que les viene en gana. En esta ocasión —a mi modesto parecer— se están basando en el Artículo 7. Efectos de la inclusión de una especie en el catálogo del Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, por el que se regula el Catálogo Español de especies exóticas invasoras.

1. La inclusión de una especie en el catálogo, de acuerdo al artículo 61.3 de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, conlleva la prohibición genérica de su posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos, de sus restos o propágulos, incluyendo el comercio exterior. Esta prohibición está limitada al ámbito de aplicación especificado para cada especie en el anexo. Esta prohibición podrá quedar sin efecto, previa autorización administrativa de la administración competente en medio ambiente de la Administración General del Estado o de las comunidades autónomas y ciudades de Ceuta y Melilla, cuando sea necesario por razones de investigación, salud o seguridad de las personas.

La innoble y traidora politización del cangrejo rojo

No voy a detenerme en gastar espacio y tiempo explicando cómo y porqué la administración de antaño introdujo muy alegremente el cangrejo rojo de las marismas (Procambarus clarkii) en un proceso por el que ha pasado el tiempo y no se han pedido las debidas responsabilidades y mucho menos se ha restituido el dinero que las toneladas de cangrejos autóctonos reportaban a muchas economías rurales de TODA ESPAÑA. Me refiero a cuando en 1974 repoblaron con cien kilos de cangrejos rojos los arrozales de Isla Mayor (Sevilla). Cuando yo conocí la citada población se llamaba Villafranco del Guadalquivir. Hombre, en aquella época hasta premiarían a los señores del ICONA por empujar a los habitantes rurales a las ciudades. Todo estaba debidamente instrumentado con unos engranajes muy bien engrasados cuyos daños todavía seguimos sufriendo.

Pero mira tú por donde, en los preciosos arrozales del Bajo Guadalquivir que giran en torno a Isla Mayor, el cangrejo rojo se ha convertido en una fuente de ingresos para los más necesitados (unas 600 familias viven sólo de los cangrejos). Por eso los mendaces y volubles partidos políticos han convertido los arrozales en un caladero para captar votos y dejar bien claro quién mea más alto. O sea, los partidos políticos donde gobiernan dicen y hacen una cosa y donde no, todo lo contrario. Es más, dependiendo de la familia del mismo partido político no logran entenderse como ocurrió días pasados con el denominado Nuevo PSOE liderado por Pedro Sánchez (El Renacido) y su siempre sibilina contrincante Susana Díaz (La Emperatriz de Andalucía).

Ya estaba todo preparado para reconocer varias especies como ¿asimiladas? a propuesta del PP y contando con los votos del PSOE. Pero… en el último momento se fue todo al garete. Aun cuando luego recapacitaron y dijeron que se podía reconducir la situación, pero quedó bien claro quién manda ahora en el PSOE y el ecoPSOE presidido por Cristina Narbona, fue quien no se apeó del no.

¿Qué se consiguió en la célebre manifestación contra ella?: NADA. Es más, ahora puede decirles a quienes se colgaron las medallas aquello de: «Los muertos que vos matasteis, gozan de buena salud». En 2016 se arreglaron con componendas y este año con mucho ruido y las mismas soluciones. Es de esperar que si en otras autonomías se pesca, también se haga en Andalucía, pues mal que nos pese a todos, habrá que empezar a convivir con el cangrejo rojo en toda España. O sea: lo mismo que con el mejillón cebra (Dreissena polymorpha) o el topillo campesino (Microtus Arvalis).

La administración miente descaradamente cuando ubica las empresas de cangrejos en los arrozales del Guadalquivir. Sepan que yo los he visto vender en muchas plazas de abastos de España y Portugal. Es más, en Carrión de los Condes (Palencia) se ubica una empresa cangrejera tal y como documento a través de su furgoneta. Empresa que distribuye cangrejos rojos.

Nota final

Mi anterior post trató más que otra cosa sobre la necesidad de mantener en todas las masas de agua continentales (por regla general acotadas bajo diferentes modalidades) las especies: autóctonas, migratorias que se paran a descansar, las que se quedan a invernar y las que teniéndose que quedar sólo para invernar, se quedan a criar (cada vez más). Pero al tocar el tema del cangrejo se me ha ido de las manos sin contarles las discusiones sobre los autóctonos que otros consideran alóctonos, las fiestas populares de los cangrejos tales como la de Herrera de Pisuerga en (Palencia), todo lo inherente al cangrejo señal, al azul que nos visita para quedarse, y varias cosas más que trataría en otro post. Pero ni las he obviado, ni las he minusvalorado y mucho menos olvidado.

Me hubiese gustado desarrollar los mecanismos de supervivencia del cangrejo rojo que obran en mi poder. Mecanismos que explota el citado crustáceo mediante chimeneas y cámaras comunicadas cuando el caudal se agota o no se cumple lo establecido sobre los caudales mínimos debido a un regadío que quieren aumentar para regarlo con el agua del que carecemos. Oigan, que en España se pinchan los acuíferos con pozos y yo no he visto un GIS de ubicación y situación. Eso se esconde: ¿no?

En otro orden de cosas, creo ofrecerles unos hipervínculos que les pueden servir para documentarse sobre el tema o para nutrir bases de datos al respecto en caso de que procedan lo mismo que yo. Escribiré sobre lobos, osos y buitres, cómo no. Ah, y no me he olvidado de la Vespa velutina (avispa asiática) que tengo bien documentada. Sepan que cada especie citada que parece no cinegética, incide de una forma directa hasta en contagiarnos la Tularemia a través de los cangrejos. Lo que ocurre es que las diferentes administraciones y unos cuantos lamerones tienen muy presente a Maquiavelo cuando dijo: divide y vencerás. Es más: quién sabe mucho de una cosa, termina sabiéndolo todo sobre nada. ¿Cómo vamos a escribir de migratorias si ignoramos lo que comen y la situación por la que atraviesa su sustento?

Este verano se puede simultanear, perfectamente, la pesca de cangrejos rojos con la caza y dado que la menor no promete, pues buenos son los cangrejos.

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