Lo social y la caza

Cuando el manejo de un coto fracasa, menos veces es por razones legales, ecológicas o puramente cinegéticas que por causas sociales o económicas.


Los interesados en la caza

Quienes manejan caza saben que suelen ser sociales los principales condicionantes y limitantes a los que se enfrentan. Son tantos y tan diversos los interesados en ella que la conflictividad social resulta prácticamente inevitable.

Interesados externos

Son externos respecto a cada coto concreto y predominantemente urbanitas. Detentan y ejercen el poder político y mediático:

  • La sociedad en general. Tiene el derecho y el deber de exigir que el manejo cinegético sea siempre lo más racional posible. Nadie podría cuestionarlo.
  • Las administraciones públicas. Ese control social suele efectuarse a través de las administraciones públicas. La extensión y divulgación cinegéticas y el apoyo técnico al manejo racional de los cotos deberían ser sus funciones principales.
  • Otros interesados en el medio natural. Algunas personas o entidades, a veces muy alejadas física o culturalmente de la caza, pueden tener interés en determinadas cuestiones cinegéticas. Organizaciones ecologistas y animalistas suelen ser los casos más evidentes y activos; aunque también es frecuente el interés de individuos concretos a título personal. Son aquella parte de la “sociedad en general” que practica el activismo en esta materia.

Interesados internos

Internos respecto a cada coto concreto, usualmente menos urbanitas, más vinculados al medio rural, y con mucho menor poder hoy que los anteriores:

  • La propiedad de los terrenos. Propietarios públicos o privados, personas físicas o jurídicas.
  • El titular del coto. Es frecuente que la titularidad cinegética de un coto no coincida con la propiedad de sus terrenos.
  • El gestor. Responsable del manejo cinegético. No siempre coincide con el titular.
  • Los cazadores. De diferentes tipos y actitudes, sociales y culturales. Subjetiva e intimista, hay tantas formas de entender la caza como cazadores, por lo que toda modalidad de caza compatible, tradicional o no, debe ser protegida por razones de conservación cultural y de defensa de los derechos y libertades individuales. Son frecuentes las disensiones entre los practicantes de distintas modalidades.
  • Otros usuarios. Personas que practican otros usos y aprovechamientos en los mismos terrenos del coto, al amparo del derecho, de usos y costumbres más o menos ancestrales, o de meras prácticas de hecho (compatibles o abusivas según casos).

La cadena social en el manejo

Está compuesta por ocho eslabones, como en el caso anterior externos o internos respecto a cada coto. Todo eslabón mal cerrado romperá la cadena social y dificultará el logro de un manejo cinegético racional. De aquí la urgencia de cerrar correctamente todos y cada uno de ellos.

Eslabones externos

Presentes en todas partes y siempre. Deben cerrarse mediante una buena educación ambiental y afectan a toda la sociedad. Los diferentes niveles educativos y los medios de comunicación tienen aquí una participación y una relevancia fundamentales. La desconexión entre la educación ambiental actual y el manejo del medio rural (y por tanto de la caza) hace inviables muchas propuestas racionales, y está contribuyendo significativamente a la despoblación rural y al abandono del buen manejo del campo: nuestros mayores problemas ambientales, tan grandes que todos los demás son meras «florituras» a su lado. Los eslabones externos son:

  • Formación. Es en la escuela, en los niveles más básicos o primarios, y porque son los más comunes, donde pudiendo sembrarse las mejores semillas, nacen buena parte de los prejuicios y tensiones existentes entre la sociedad y la caza. La formación de los formadores (maestros) sería esencial. En nuestras universidades, infravalorar la sociología rural (que es lo que estamos haciendo), suele conducir a comportamientos profesionales poco fundamentados, basados más en criterios personales e inmaduros, discrecionales e incluso arbitrarios, que en un verdadero conocimiento sobre el manejo cinegético racional.
  • Concienciación. Lograr una concienciación social, realista y bastante, sobre la importancia del logro de un manejo racional para la caza y sus espacios rurales, resulta imprescindible en nuestros días. Los fallos previos de formación han conducido a la concienciación contraria: la sociedad observa con desconfianza, y no asume el manejo de la caza como un problema ambiental relevante, general y propio; de ella misma, no solo de los cazadores.
  • Información. La información cinegética puede llegar directamente a los interesados; pero suele ser más común el que les llegue a través de los medios de comunicación social, generalistas o sectoriales. En nuestros días, y sobre todo en los medios generalistas, la información emitida suele concentrarse sobre lo interesante y llamativo, e incluso sobre la moda del momento, más que sobre lo verdaderamente importante, y muchas veces (fallos de formación y de concienciación por medio) resulta tendenciosa y sesgada. La información debe cerrar el bucle de la formación continua y la concienciación, por lo que su relevancia es destacable, o debería serlo.

Eslabones internos

Presentes dentro de cada coto. Aunque fuertemente condicionados por los eslabones externos, son los que más directamente podrían conducir cada coto a un manejo cinegético adecuado. Los eslabones internos a cerrar debidamente son:

  • Participación. De todos los interesados internos en el proceso de toma de decisiones sobre el manejo, pues suelen poseer las informaciones básicas precisas y tener valiosas opiniones en la materia.
  • Aceptación. De las propuestas resultantes por parte de todos los interesados internos, lo que implica diálogo y consenso. Será complejo conseguir una aceptación bastante del manejo en ausencia de una participación suficiente de todos ellos en el proceso de toma de decisiones.
  • Aplicación. Son muchos los casos en que algunos interesados internos dicen sobre lo acordado a todo que sí, en el sobreentendido de que después harán lo que estimen conveniente; es decir: una aceptación del manejo formal, pero no real. El mejor manejo cinegético no significa nada, si los interesados no van a aplicarlo, completamente y de la mejor manera posible.
  • Implicación. Personal, de todos y cada uno de los interesados internos, en el mejor logro posible de lo pretendido: un manejo cinegético racional. Un cierto grado de pasotismo suele detectarse en algunos. Se diría que el asunto no les afecta personalmente e incluso que a veces lo consideran un mero obstáculo a superar. Diríamos que no va con ellos, que es cosa de otros, que hagan lo que quieran, que después ya veré yo lo que hago…
  • Corresponsabilidad. De todos los interesados internos en los resultados finalmente alcanzados. Implica la no-búsqueda de responsables externos o internos ante cualquier clase de disfunción o fracaso del manejo. Es típico culpar a la administración, al responsable de la ordenación o al sufrido gestor por los efectos de sus errores (por supuesto y como debe de ser); pero también, incluso, de los efectos mismos del incumplimiento de la ordenación por parte de algunos de los propios interesados (furtivismo ?), que suelen acallar sus conciencias buscando falsas cabezas de turco.

Consideraciones finales

Todos los interesados internos, y especialmente los cazadores, individual y colectivamente considerados, deberían contribuir más intensamente a la mejora de la formación, concienciación e información cinegética general de nuestra sociedad; porque en estas residen la mayor parte de los prejuicios anti-caza y de los conflictos sociales actuales, y porque son los cazadores quienes atesoran el poder del verdadero magisterio en la materia.

Igualmente, todos los interesados internos y sobre todo los cazadores, deberían asumir unos mayores deberes en cada coto, en lo que concierne a su plena y leal participación, aceptación, aplicación, implicación y corresponsabilidad en su manejo. El problema social del manejo cinegético es grande fuera (interesados externos), pero tampoco es menor dentro (interesados internos).

Comparte este artículo

Publicidad