Elecciones RFEC 2017: Manuel Cava Miñano

¿Qué opina sobre que la oposición presente un candidato a presidente que carece de una mínima experiencia en materia de gestión de entidades, que apenas conoce cómo funcionan las sociedades de caza, base de las federaciones, que no ha participado en federaciones provinciales y desconoce el día a día de las delegaciones, que nunca ha tenido un puesto de mínima responsabilidad y que no tiene la preparación o conocimientos administrativos o jurídicos oportunos para desempeñar un cargo de la dimensión de la presidencia de la Real Federación Española de Caza?

Es cierto que para desempeñar este puesto por el cual se postula como candidato, considero que se deben tener unos conocimientos previos del mundo federativo autonómico. la RFEC, es un organismo cuyo marco es agrupar a las autonomías y por ello es fundamental el paso previo por la gestión o haber sido partícipe de la gestión de una federación autonómica. Lo considero un cargo importante y para el que hay que estar preparado, porque entraña una gran responsabilidad, somos un colectivo con mucha fuerza organizativa y con grandes debates abiertos, no podemos pensar en que lo importante es arrancar y tener el cargo, porque es una decisión que dura al menos 4 años y por la cual deben de asumirse responsabilidades serias. 

Me considero un tecnócrata, y siento que el colectivo necesita tener una base técnica que nos respalde, cazadores, deportistas y amantes de la caza. En el sector somos muchos por suerte en este país, pero de ahí a erigirse como representante de un colectivo el cual hoy en día está en el punto de mira de muchos sectores, creo que el perfil de un candidato idóneo debe ser mucho más técnico y, sobre todo, más experiencia.

¿Qué le hace pensar que la candidatura de Vicente Seguí puede aportar más cosas a la caza y al cazador que la otra candidatura presentada por la oposición, por qué apuesta por ella y qué es lo que valora de ella, haciendo que la prefiera a la otra candidatura, y qué aspectos no valora de la otra candidatura?

Conozco a Vicente desde hace 4 años, y he seguido su trayectoria profesional así como su trayectoria federativa. Parte con una base muy sólida y con unas capacidades de gestión más que respaldadas por su desarrollo profesional así como por su ámbito federativo, considerando que su gestión a nivel autonómica está siendo acertada, mediante la profesionalización del equipo de gestión federativo y la promoción de los ámbitos deportivos, cinegéticos y formativos que su federación está llevando a cabo. Salvando incluso con satisfacción la situación económica con la que se encontraba dicha federación a su llegada a la presidencia.

Apuesto por él porque además ha mostrado ser un candidato de consenso, a quien no le ha importado coger el teléfono y llamar a todos los agentes intervinientes en este organismo, a federaciones de uno y de otro bando, intentando aunar esfuerzo y conseguir la recuperación del espíritu federativo. Yo he compartido mesas de trabajo con él y sé que sus inquietudes son colectivas y no personalistas. Para mí representa no el cambio, sino la reunificación, la fortaleza, la marca RFEC, y queda demostrado con sus propuestas. Quiere crear un espacio de trabajo colectivo, abierto, sincero y transparente.

Por el contrario, sí me ha resultado extraño que Ángel ni si quiera se haya dignado a levantar el teléfono para informarme de que se presenta como candidato, contarme sus inquietudes, sus objetivos y sus pretensiones. Algo que ya desde un principio me genera cierta desconfianza. 

Por otro lado, el proceso electoral por el que hemos pasado hasta hoy me ha creado una sensación de exclusión, de indefensión y de falta de reconocimiento social, comenzando por el no reconocimiento de la gran parte de mis 8.000 federados, siendo excluidos aquellos que no participan a nivel nacional en competiciones, es decir no reconociendo su poder de decisión e implicación en la elección de su presidente nacional, algo que ni mis federados autonómicos ni yo personalmente podemos llegar a entender.

¿Piensa que los aspectos con más carga social y los tradicionales se deben mantener independientemente de todo como tales en el sector cinegético, en referencia a modalidades u otras actividades cinegéticas y ambientales que “siempre” se han realizado en España, o por el contrario cree que la sociedad, la caza, el mundo rural y el medio ambiente están en constante evolución y los cazadores, nuestras modalidades, tradiciones y forma de entender la caza, debe adaptarse a esta evolución y a la situación actual?

Soy de los que piensa que la caza y en sí todo el colectivo al que representamos, al igual que los ecosistemas en los que nos movemos, deben estar en constante evolución, y por ello debemos ir adaptándonos a los mismos con el mismo paso e incluso ser capaces de intuir esas evoluciones y anticiparnos. Los recursos cinegéticos, como en este caso es la caza, son recursos renovables sostenibles, de los cuales podemos realizar un aprovechamiento ordenado y al cual debemos de prestarle la mayor atención posible. El desarrollo de este tipo de aprovechamientos tiene reconocidos sus efectos beneficiosos sobre los ecosistemas, por lo que debemos de promover y sentirnos orgullosos de que el desarrollo de esta actividad en el medio de una forma ordenada tenga unas repercusiones medioambientales que son positivas para diversos sectores.

Por ello, la actividad debe invertir, promover y trabajar en líneas de seguimiento, análisis y estudios de evolución de las poblaciones sobre las que realizamos un aprovechamiento ordenado sostenible y sobre los métodos tradicionales que practicamos. La capacidad adaptativa debe ser un pilar fundamental en el desarrollo de nuestra actividad, lo queramos o no, el mundo evoluciona y nosotros debemos evolucionar con ello. La negativa a la gestión del medio ocasiona en numerosos casos un desorden en el mismo, alterando agentes implicados en el mismo, siendo “el celo conservacionista” uno de los principales problemas que tenemos hoy en día en el sector. Este conservacionismo, en parte un “populismo social”, debe ser analizado en consecuencia, debido a que muchas de estas postulaciones sí que tienen repercusiones en el medio a corto y largo plazo que pueden volverse en contra de sus mismos objetivos.        

¿Qué opina de la imagen de la caza, qué soluciones propone si son necesarias para mejorarla, cómo valora la formación y comunicación en el sector, y qué piensa de la postura tan radical que desde el resto de la sociedad se está fomentando contra la caza?

La imagen de la caza pasa por un momento clave, esa capacidad adaptativa que hablaba antes debe ser patente en este tipo de medios, debemos hacer uso de estos medios tan agiles de los que disponemos hoy en día para mostrar a la sociedad, principalmente a la sociedad que únicamente recibe información por una parte, que en la vida no es todo negro ni blanco, que la labor de la caza en el medio va mucho más allá de la practica en sí. La actividad es una herramienta de gestión constatada del medio ambiente, de sus recursos sostenibles y de la conservación de territorios en un claro declive natural sin nuestra intervención. 

La formación es imprescindible tanto para el desarrollo de la actividad como para los gestores de esos territorios de caza, así como en labores de gestión, organización y comunicación.        

¿Si tuviese que definir su postura, sus objetivos y su proyecto como responsable federativo, con qué palabras lo haría?

Mi postura, la cual comparto con la mayoría del colectivo murciano al que represento, es que la RFEC debe volver a ser una entidad de peso, que agrupe a todas las federaciones autonómicas y que sirva como ente de defensa del colectivo, al mismo tiempo que recupere el prestigio de participación de sus competiciones nacionales. Por ello, creo y apuesto por la iniciativa propuesta en la campaña de Unidos por la Caza, a la cual me gustaría que se sumarán el resto de compañeros y que nos pongamos a trabajar desde “cero” en una nueva federación nacional, una federación de todos y que luche por todos. 

Los objetivos de la nueva RFEC, están claros: apostar por una entidad transparente, participativa y dimensionada acorde a los tiempos en los que nos encontramos. Con un perfil técnico adecuado, tomando un papel de coordinación de las autonomías que la forman, siendo un referente deportivo en competiciones y un aval jurídico y técnico en la defensa y desarrollo de la actividad cinegética nacional.