¿Maestro armero o leñador? Ajusta la culata del fusil con una motosierra

En los tiempos en los que vivimos, en los que las guerras y los conflictos armados enfrentan a los ciudadanos de demasiados países, incluso entre ellos mismos, las armas y los recursos son cada día que pasa más escasos, y los ‘soldados’, cada vez menos profesionales. Se trata de una triste realidad que queda plasmada en estas imágenes, en las que se ‘ajusta’ el encare de la persona que usará el fusil.

Un ajuste rudimentario y peligroso

Tras unos instantes dándole forma a la parte alta de la culata, no parece ser suficiente, y la motosierra debe seguir ‘comiendo’ material a la madera hasta que el usuario queda satisfecho con el encare que consigue al meter parte de su cara en el hueco efectuado por la herramienta.

No hace falta remarcar que esa culata no está preparada para perder tanta masa, y que no resistirá de la misma forma las presiones efectuadas por el retroceso originado por los disparos con casi la mitad de la superficie original.

En nuestro país tenemos verdaderos artistas, grandes profesionales, que ajustan el arma al encare personal del tirador. Estos maestros armeros consiguen, gracias a los avances tecnológicos que las grandes firmas comercializan y a una desarrolladísima pericia, convierten una culata de serie en una totalmente personalizada que se adapta de manera casi natural a la fisionomía del propietario.